Hace 10 años, México suscribió el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT), iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Con ello, el país se comprometió a realizar las acciones necesarias para erradicar el tabaquismo, el cual es considerado una epidemia causante de otras enfermedades graves y de alto costo.

Una de las medidas fundamentales es la prohibición de fumar en espacios públicos cerrados, pero para el gobernador de Querétaro, José Eduardo Calzada Rovirosa, es violatoria de los derechos fundamentales de la industria del tabaco y el comercio asociado, como bares y restaurantes.

Con ese argumento, el mandatario estatal vetó la ley contra el tabaco que en marzo pasado aprobó el Congreso local. En el oficio dirigido a los legisladores, Calzada señaló que el ordenamiento va más allá de la ley federal que permite áreas para fumadores.

Sin embargo, expertos ya han señalado esa permisividad como un error porque sus lineamientos no se cumplen ni se garantiza que las áreas sean ciento por ciento libres de humo de tabaco.

Ordenamientos estatales

Desde 2009, cuando entró en vigor la Ley General para el Control del Tabaco, varias entidades han aprobado sus propios ordenamientos con medidas que prohíben totalmente que se fume en lugares públicos y cerrados. Entre ellos están los estados de México, Morelos, Zacatecas, Baja California y Nuevo León.

Incluso, señaló la fundación Interamericana del Corazón, existe una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que los estados de la República pueden establecer normatividades que vayan más allá de leyes federales, en beneficio de la población y eso no atenta contra la Constitución.

Ahora el gobernador de Querétaro asume una actitud defensora de los intereses de la industria tabacalera, algo que no se había visto desde 2006 –antes de la aprobación de la Ley General–, cuando la Secretaría de Salud (Ssa) hizo un convenio con las empresas para que parte de sus ingresos los aportaran como un impuesto para obras de salud.

En el oficio con fecha 7 de abril de 2014, el gobernador de Querétaro dijo que la restricción de fumar en espacios públicos es rígida y puede conducir a la supresión o invalidación de los intereses o derechos fundamentales de sectores importantes de la economía, como son la industria del tabaco y del comercio vinculado al mismo: hoteles, restaurantes, cafés, cantinas, bares, salones de fiestas, centros comerciales y de recreación, entre otros.

Enseguida señala que estos sectores también deben ser considerados, convivir y no quedar desprotegidos.