En cerca de un minuto fueron evacuados edificios públicos, comercios y transporte público
Para algunos fue más fuerte que el del Viernes Santo
Viernes 9 de mayo de 2014, p. 33
El sismo de 6.4 grados Richter registrado ayer obligó a evacuar los edificios del Gobierno del Distrito Federal, de la Asamblea Legislativa, tiendas departamentales, restaurantes, oficinas e instalaciones del Metro. Asimismo, los vehículos formaron grandes estacionamientos en vialidades principales, ante la intensidad del fenómeno.
La activación de la alerta sísmica en la Plaza de la Constitución permitió que en cerca de un minuto la gente saliera de los inmuebles y se congregara en la plancha, los arcos de la calle Monte de Piedad o en la puerta principal de la Catedral.
El temor a quedar atrapada provocó que la gente saliera corriendo de algunas estaciones del Metro o manifestara su miedo con llantos o gritos en vagones, andenes o pasillos, sin registrarse ningún incidente. Tampoco hubo en el transporte público, Metrobús, Trolebús y Tren Ligero.
En el edificio de la Asamblea Legislativa fueron desalojados 71 pequeños de tres y seis años que participaban en el Parlamento de las Niñas y los Niños del Distrito Federal.
Luego de ser advertido por uno de sus colaboradores, el presidente de la Comisión de Gobierno, Manuel Granados, interrumpió el mensaje del menor Francico Acuca para pedir que formaran una línea al centro del salón de plenos y salieran del recinto, así como sus educadoras y madres que ocupaban las corraletas y balcones.
Mientras personal de resguardo y protección civil verificaba las condiciones del inmueble, las diputadas Lucila Estela, Dinorah Pizano, Claudia Cortés y Rocío Sánchez los animaron a cantar Pin Pon, y al reanudarse la sesión Granados pidió un aplauso para ellos por la forma de conducirse ante la emergencia.
fuertísimoFoto Jesús Villaseca
Trabajadores de la Secretaría de Relaciones Exteriores y asistentes a una conferencia que se realiza en un auditorio del Museo de la Memoria y Tolerancia, en la colonia Juárez, también fueron desalojados de los edificios, pues se sintió fuerte. Todo el edificio se empezó a mover. Las paredes rechinaban. Algunas mujeres empezaron a gritar mientras que los demás corrimos al patio
, relataron.
Decenas de automovilistas se detuvieron en las avenidas Hidalgo, Juárez, Plaza de la Constitución y Paseo de la Reforma. Incluso hubo quienes se bajaron de sus unidades, ante la intensidad del movimiento, pues los semáforos dejaron de funcionar y en cuestión de minutos el único sonido que se escuchaba era el de un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública que sobrevolaba la zona.
Tras una revisión de los inmuebles, la gente regresó a sus labores, aunque con el miedo de que venga otro, porque se sintió mucho más fuerte que el del Viernes Santo
, coincidieron algunos entrevistados.
Por su parte, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México informó por medio de su cuenta de Twitter que después de revisar pistas, calles de rodaje, plataformas e instalaciones, operaba con normalidad.