La Habana, 7 de mayo.

Cuba anunció este miércoles que detuvo a cuatro cubanos residentes en Estados Unidos que planeaban ataques a instalaciones militares por encargo de grupos terroristas en Miami.

Los arrestos ocurrieron el 26 de abril, informó el Ministerio del Interior en una nota publicada en el diario oficial Granma.

Agregó que los detenidos admitieron que cumplían órdenes de exiliados cubanos en Miami vinculados a Luis Posada Carriles, a quien Cuba acusa de hacer estallar en 1976 un avión comercial con 73 personas.

Reconocieron que pretendían atacar instalaciones militares con el objetivo de promover acciones violentas, indicó el Ministerio del Interior.

Los detenidos realizaron varios viajes a Cuba desde mediados de 2013 para estudiar sus blancos, añadió el Ministerio del Interior, sin dar más detalles.

Se realizarán las gestiones pertinentes con las autoridades estadunidenses competentes para investigar estos hechos, refirió.

El Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que está al tanto de la información suministrada por el gobierno cubano. No tenemos más información en este momento. El gobierno cubano tampoco se ha comunicado con nosotros sobre estos casos. Por ahora no hemos estado en contacto, señaló en Washington la vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki.

La detención ocurre luego de que la semanad pasada Estados Unidos inlcuyó nuevamente a Cuba en su lista de naciones que patrocinan el terrorismo y en momentos en que La Habana refuerza su campaña para conseguir la liberación de tres agentes de inteligencia de un grupo de cinco, condenados a largas penas en Estados Unidos por espiar a exiliados de la isla. Dos ex agentes que ya cumplieron sus sentencias fueron liberados y viven en Cuba.

Washington, por su parte, busca también la liberación de su ex contratista Alan Gross, condenado en Cuba a 15 años de cárcel por intentar crear redes ilegales de Internet con un programa estadunidense para promover la democracia en el país.

El Ministerio del Interior de Cuba identificó a los detenidos como José Ortega Amador, Obdulio Rodríguez González, Raibel Pacheco Santos y Félix Monzón Álvarez.

Las autoridades cubanas dijeron que los cuatro actuaban a las órdenes de Santiago Álvarez Fernández Magriñá, Osvaldo Mitat y Manuel Alzugaray.

Álvarez, un empresario de origen cubano que estuvo preso en Estados Unidos por tenencia ilegal de un arsenal de guerra en el pasado, ha sido acusado también por Cuba de entregar fondos a disidentes cubanos como el grupo de familiares de presos políticos conocido como Damas de Blanco.

Según el Ministerio del Interior, los exiliados mantienen estrechos vínculos con Posada Carriles, del que Cuba y Venezuela reclaman hace años su extradición de Estados Unidos.

Uno de los acusados desmintió la información.

Esto es sólo un montón de mentiras, dijo Santiago Álvarez. Ellos (las autoridades cubanas) tienen que echar la culpa de la situación económica en que se encuentran y entretener a la gente con historias de terroristas en Miami”, añadió, en declaraciones telefónicas a Reuters.

En Miami, la dirigencia del exilio cubano desestimó las acusaciones de la isla, al afirmar que la información tiene más de película de James Bond que de realidad. Es el mismo guión de hace 50 años, declaró a Afp Omar López, de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), quien aseguró no conocer a ninguno de los cuatro detenidos en la isla.

En Washington, el secretario estadunidense de Estado, John Kerry, dijo que la política de su gobierno para Cuba incluye el empoderamiento de los cubanos para que éstos decidan su futuro. “El objetivo del presidente Barack Obama ha sido siempre empoderar a los cubanos, para que libremente determinen su propio futuro”, señaló durante su participación en la 44 Conferencia de las Américas.