El vaticinio del director José Areán fue: Dados los cambios tecnológicos, hay que admitir que la industria del disco como la conocemos, es algo que está a punto de fenecer. Ante tal panorama, un proyecto de visión estratégica de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM), de la que es director artístico, consiste en abrir en Internet el acceso a la música virtual.

Sólo de las grabaciones antiguas que tiene la propia filarmónica, más todos los conciertos que se graban, podríamos tener la fonoteca de música mexicana más importante en el mundo, expresó en conferencia de prensa para dar a conocer los detalles del segundo segmento de la temporada 2014, que comenzó el 4 de mayo con un concierto al aire libre en Chapultepec.

El director de orquesta adelantó el proyecto, con fecha por definir, y señaló que yo sí creo que hay un deber de que todo ese acervo sea más difundido. En ese mismo espíritu hemos puesto sobre la mesa, en la Secretaría de Cultura, algo que podemos empezar a hacer poco a poco, convertir nuestro sitio en Internet en un sitio de acceso a música virtual.

Al respecto, agregó que la aspiración es que el acceso cibernético a la música mexicana sea muy amplio y la apuesta no es fonográfica, porque implica más ver al pasado que al futuro. La verdad es que los contratos discográficos, las grandes grabaciones y producciones ya están dejando de existir. Y cada vez el mercado real, el del futuro, es la versión cibernética en nubes de sonido.

Tochín, el conejo de la luna marcó el arranque de la siguiente etapa de la temporada 2014 de la OFCM. La obra orquestal del mexicano Leoncio Lara Bon, con música muy accesible y una narración basada en una temática nacional, se interpretó el pasado 4 de mayo, y se repetirá este domingo a las 12:30 en el Foro Las Tazas, en el Bosque de Chapultepec, uno de los ombligos principales del uso del tiempo libre en la ciudad, por lo que es importante que una orquesta de la ciudad tenga presencia, resaltó José Areán.

No es nada más música lo que hacemos. Nosotros fomentamos la cultura, y se refiere al uso de los espacios públicos. Mencionó el concierto sorpresivo que la OFCM ofreció en la Alameda Central con los músicos dispersos por la plaza (conocido como flashmob), su participación al lado del grupo electrónico Nortec en el cierre del Festival del Centro Histórico, así como el concierto que ofrecieron junto a la Orquesta de Dresden con música de Frank Zappa. Flexibilidad y el acercamiento con la música mexicana contemporánea son parte del espíritu de la orquesta que dirige.

Areán señaló que, en ese sentido, lo que hicimos, desde Chapultepec hasta la Alameda, es parte de una apuesta muy específica que se refiere a la reconquista del espacio público como un lugar de convivencia en estos momentos tan difíciles que vive México, que la gente pueda reunirse de manera pacífica a disfrutar de la alta cultura y la cual se recibe con brazos abiertos.

La celebración del 150 aniversario del compositor alemán Richard Strauss; un concierto en Bellas Artes, con la participación como solista invitado del violinista británico Irvine Arditti, quien encabeza uno de los cuartetos con más reconocimiento a nivel mundial, así como un concierto con Jorge Armando Cassanova como director huésped, en celebración a su labor de 30 años como concertino de la OFCM, marcan la pauta en la temporada, que culminará el 29 de junio, con la interpretación de la ópera Barba azul, del compositor húngaro Béla Bartók.

De acuerdo al director artístico de la OFCM, es un error pensar como si el público fuera cosechable, pues no necesaria- mente es el fin último.

En cambio, hay que cultivar un público que sea cada vez mayor. En ese sentido, afirmó que algo importante es generar programas comunitarios muy específicos, aunado a la creación de estructuras con la educación musical y la participación de la comunidades. Es uno de los pendientes que espero poder anunciar en septiembre o a más tardar a inicios del año que entra, adelantó.