Montevideo, 6 de mayo.

El presidente José Mujica firmó este martes la reglamentación de la ley de la mariguana que convirtió a Uruguay en el primer país del mundo en tener un mercado legal y regulado de cannabis, desde la siembra hasta la venta al público.

Con la rúbrica de Mujica, confirmada a Associated Press por el prosecretario de la Presidencia Diego Cánepa, la ley cobra vigencia y todo el sistema previsto comienza a funcionar.

En los próximos días se hará un llamado a interesados en cultivar la mariguana que venderá el Estado. Se otorgarán entre dos y seis licencias para sembrar entre una y dos hectáreas de mariguana en invernaderos.

Según la ley, los residentes legales en Uruguay que se registren podrán comprar hasta 10 gramos a la semana y 40 por mes en una red de farmacias.

También podrán optar por cultivar sus propias plantas –hasta seis por hogar y 480 gramos de cosecha anual– o asociarse a un club de cannabis. Éstos podrán tener entre 15 y 45 socios y 99 plantas en total. Según la reglamentación, cada persona interesada deberá optar por un sistema para acceder a la mariguana: la compra en farmacias, el cultivo personal o la asociación en un club. No se puede participar de más de una de estas opciones en forma simultánea.

La venta, que se hará hasta noviembre una vez hechos los ajustes en la reglamentación, se realizará a través de una red de farmacias y los compradores deberán ser mayores de 18 años y tener residencia legal en Uruguay para evitar el turismo de cannabis. Los compradores se identificarán en las farmacias a través de un sistema informático que los reconocerá mediante su huella dactilar. Eso les permitirá conservar el anonimato ante el comerciante, pero el gobierno tendrá sus datos.

El reglamento establece que el Estado venderá cinco tipos de mariguana que tendrán un máximo de 15 por ciento de THC, sustancia que le da el poder sicoactivo. El gramo de cannabis costará el equivalente a 80 y 90 centavos de dólar.

También este martes el Senado, sólo con los votos del oficialismo, sancionó una ley que impone más restricciones a la venta de tabaco: según el proyecto, que pasó a la Cámara de Diputados, las cajetillas de cigarros no podrán exhibirse en los puestos de venta.

El mismo día en que Mujica firmó el reglamento de la ley se conoció que el domingo un joven de 24 años que poseía seis plantas de mariguana en su casa fue asesinado por supuestos narcotraficantes. La policía trata de establecer si la víctima tenía las plantas para su consumo personal o vendía droga.

Algunos líderes opositores han marcado una supuesta contradicción del gobierno, que se muestra como un férreo opositor al consumo de tabaco y habilitó un mercado legal de cannabis. El ex presidente Julio María Sanguinetti escribió recientemente en el diario madrileño El País un artículo titulado: Tabaco no, mariguana sí.

Sin embargo, la reglamentación de la ley de mariguana establece las mismas limitaciones que rigen para el tabaco: su publicidad está prohibida y no se puede fumar en ningún espacio cerrado.