Washington, 5 de mayo.

El vicepresidente Joe Biden celebró este lunes el 152 aniversario de la batalla de Puebla del 5 de mayo, en la que México derrotó al ejército francés, con un desayuno en compañía de líderes latinos de Estados Unidos, a los que convidó en su residencia oficial huevos con chorizo, aguacate, salsa pico de gallo y tortillas de maíz calientes.

Amenizados por un mariachi en el Observatorio Naval que sirve de residencia oficial del vicepresidente, éste aprovechó para hacer un llamado al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, a votar un proyecto de reforma migratoria.

“Es hora de que John –es un buen hombre, John Boehner– se ponga firme y que otros republicanos se pongan firmes”, expresó Biden ante un centenar de comensales del grupo legislativo hispano de la Cámara de Representantes y otros personajes.

Es hora de que él se ponga firme y no deje que la minoría de republicanos, creo que es una minoría, en la Cámara de Representantes impida que avancemos de forma que cambiemos las circunstancias de millones y millones de vidas, aseveró.

Aunque el líder republicano no asistió a ese acto, los congresistas celebran anualmente la Batalla de Puebla, que en Estados Unidos se ha convertido en una fecha simbólica para reconocer las contribuciones de la comunidad de origen mexicano.

Biden insistió en que una reforma migratoria sería positiva para el país, y reiteró que los 11 millones de inmigrantes indocumentados deben ser considerados americanos, aunque no sean ciudadanos estadunidenses.

“En la definición de Teddy Roosevelt; él dijo que americanismo no es una cuestión de lugar de nacimiento o credo o linaje. Es una cuestión de principios, idealismo y carácter. Y argumentaría que esos 11 millones de amigos que han estado aquí rompiéndose el cuello, son americanos”, subrayó.

El presidente Barack Obama tienen previsto encabezar esta tarde una celebración más amplia del 5 de mayo en la Casa Blanca, con la participación de estrellas latinas de la música.

El desayuno del vicepresidente incluyó además una cacerola de queso fundido, papas fritas, empanadas de manzana, arroz con leche con pasas y almendras y ensalada de mango.