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El Programa Institucional del Conacyt
E

l pasado 30 de abril se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Programa Institucional 2014-2018 del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Es un documento muy importante, pues no se refiere exclusivamente –como pudiera pensarse– a las actividades administrativas y financieras de un organismo público, sino que, al tratarse de la entidad que diseña e impulsa la política nacional de ciencia, tecnología e innovación en el país, sus actividades tienen un gran impacto en estas tareas. De este Consejo dependen directamente varios centros públicos de investigación, los programas de formación de recursos humanos (como becas y apoyo a posgrados), el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y diversos apoyos y financiamiento a proyectos, entre otras muchas tareas con un alto impacto en la vida de las instituciones que realizan investigación y sus integrantes.

Desde luego no voy a examinar aquí el contenido de todo el programa (puede consultarse el documento completo en la página de Internet del Diario Oficial) sino sólo daré algunos ejemplos que pueden ayudar a entender sus implicaciones. El Programa Institucional está formado por cuatro capítulos, el primero de los cuales es un diagnóstico en el que se identifican algunas de las debilidades y fortalezas del Conacyt y es al que me voy a referir aquí.

En el área de la formación de recursos humanos se reconocen debilidades en la política respectiva, que se han traducido en el escaso número de personas económicamente activas dedicadas a las tareas de ciencia, tecnología e innovación en comparación con otros países. Se dice que en 2012 el organismo concedió ocho de cada 10 becas que otorga el gobierno federal, de las cuales 63.2 por ciento fueron para las ciencias e ingenierías. En el documento se señala que esta proporción debe aumentarse para focalizar los esfuerzos hacia áreas estratégicas o prioritarias.

En el caso de los posgrados se indica que en éstos hay falta de vinculación con los problemas nacionales, bajo índice de graduados en ingeniería y ciencias y un enfoque unidisciplinario. Se indica que el Conacyt debe orientar los programas de posgrado hacia prioridades y necesidades regionales y del país.

Sobre el SNI se reconoce que los criterios para evaluar el trabajo de los científicos han sido más numéricos que cualitativos. El diagnóstico muestra que ese sistema se ha orientado a calificar la labor individual y las publicaciones, desalentando los proyectos de más largo plazo y con mayor impacto científico, así como la investigación multidisciplinaria sobre problemas complejos y la interacción con el sector empresarial.

El desafío en el SNI –se dice en el documento– consiste en encontrar los mecanismos de vinculación con el sector empresarial y el reconocimiento del desarrollo tecnológico, y se destaca la importancia de realizar cambios en los instrumentos de evaluación para valorar las contribuciones de los investigadores y sus efectos multiplicadores en sus instituciones y su entorno social.

Otro tema que es muy llamativo en el documento se encuentra en el apartado sobre desarrollo científico, en el que se hace el diagnóstico de los apoyos a proyectos de investigación básica y aplicada. Se dice que el Conacyt apoya la investigación científica básica en todas las áreas del conocimiento, mediante un proceso de evaluación enfocado a elegir los mejores proyectos los cuales son financiados por medio del Fondo Sectorial SEP-Conacyt. Se dice que el Consejo ha hecho esfuerzos importantes para mejorar la gestión de este fondo, pero debido a su operación conjunta, su gestión se ha enfrentado a una periodicidad irregular y tardanza de los pagos a los investigadores.

Es muy interesante observar que algunas de las iniciativas recientes e innovadoras del Conacyt, como la convocatoria a proyectos para atender problemas nacionales, han servido a la actual administración como experimento para detectar las limitaciones en la formación de nuevos grupos de investigadores en áreas consideradas prioritarias. La fragmentación de los recursos y la poca continuidad en su otorgamiento hacen difícil la vinculación entre investigadores. Hay dificultades para trabajar en grupos sobre problemas muy complejos, se afirma en el documento.

El Programa Institucional del Conacyt aborda muchos otros aspectos del desarrollo del Sistema Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación que tienen incluso mayor peso en el documento respecto de los que aquí he señalado; como los referentes al desarrollo tecnológico y la innovación, el desarrollo regional e impulso a las capacidades locales, o las estrategias y líneas de acción, entre muchos otros, pero creo que los ejemplos anteriores nos dan una buena idea de la forma clara y directa, con la que se abordan las debilidades y fortalezas del Conacyt en este documento.