El promedio de aumentos salariales registrados en el presente año es el más bajo desde 2011; además, ocho de cada 10 empresas que han llevado a cabo negociaciones con los trabajadores no han otorgado ningún incremento en el rubro de prestaciones, debido al impacto de la reforma hacendaria.

El reacomodo en el tema de los incrementos salariales se llevará por lo menos lo que resta del año, hasta no cuantificar el costo de la nómina y el incremento a los impuestos en previsión social, detalló el Análisis de Tendencias Salariales 2014, de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh).

Información de la Secretaría del Trabajo indica que el promedio de aumentos en lo que va de 2014 fue de 4.2 por ciento para los trabajadores que perciben dos o tres salarios mínimos al día, que es el promedio nacional, los cuales representan alzas entre 5.80 y 8.80 pesos diarios.

Según la dependencia, la mayor parte de las empresas está revisando los salarios en ese promedio, tanto las grandes compañías multinacionales como las pequeñas.

En este sentido, la Amedirh prevé que prevalezcan estos porcentajes en las revisiones salariales durante los meses siguientes, y considera que los incrementos seguirán siendo conservadores, hasta que no se mida el impacto real de la reforma fiscal sobre los resultados en las empresas.

Los datos de esa asociación coinciden con los de la Secretaría del Trabajo, pues señalan que al cierre del mes de marzo del presente año las revisiones salariales tuvieron un incremento de 4.26 por ciento directo al salario en promedio.

Sobre el análisis de esta asociación, su subdirector, Alonso Sotelo, planteó que en las revisiones contractuales que se registraron al cierre de marzo, 84 por ciento de las empresas que analizaron el apartado de prestaciones no registraron incremento alguno en este rubro, debido al aumento en el costo de la nómina, específicamente en la parte de la previsión social que otorgan a los trabajadores.

Sotelo detalló que los sectores que tuvieron menores incrementos salariales fueron el embotellador, con 3.50 por ciento de aumento a los salarios, y el textil, con 3.53 por ciento. En contraste, el sector automotriz reportó un aumento de 4.94 por ciento, lo que benefició a más de 12 mil trabajadores.

Indicó que el sector embotellador fue uno de los más afectados, ya que adicional al efecto que tuvo la reforma hacendaria en las demás empresas, este ramo fue objeto de un gravámen adicional, el Impuesto a Bebidas Azucaradas”, el cual ha tenido repercusiones en sus ventas y en la generación de empleos en ese sector.

También sostuvo que básicamente la disminución en el número de empresas que otorgaron prestaciones en el primer trimestre de 2014, obedece a que hay incertidumbre, al no tener una cuantificación real del costo de sus nóminas y en el resultado global de las empresas.

Sobre el porcentaje de aumento directo a los salarios en el número total de revisiones, explicó que el promedio de 2011 fue de 4.69 por ciento; en 2012 de 4.62; en 2013 alcanzó 4.44, y en el presente año es de 4.26 por ciento, el menor del último cuatrienio.

En las revisiones contractuales, las cifras fueron similares, en 2011 el aumento promedio a los salarios fue de 4.81 por ciento; en 2012 de 4.6; en 2013 de 4.48, y en 2014 de 4.38 por ciento, lo que indica que año con año se reducen cada vez más los aumentos salariales a los mexicanos.