Lunes 28 de abril de 2014, p. 3
Buenos Aires, 27 de abril.
Varios países de América Latina, la región con el mayor número de católicos del mundo, celebraron con vigilias y misas masivas la canonización este domingo de los papas Juan Pablo II y Juan XXIII, para honrar con devoción a los nuevos santos.
Ahora podemos decir: San Juan XXIII y San Juan Pablo II, rueguen por nosotros
, dijo con énfasis en su homilía el arzobispo de la capital argentina, Mario Poli, a quien Jorge Bergoglio designó como su remplazo cuando fue nombrado pontífice en 2013.
Antes de la misa, que fue acompañada por unos 400 fieles, la canonización fue transmitida por pantalla gigante en una plazoleta de Buenos Aires.
Juan XXIII fue el papa bueno y a Juan Pablo II lo pude ver con tremenda emoción en sus dos visitas a Buenos Aires
, dijo a Afp Alicia Álvarez, una artista plástica de 67 años que llevaba un cartel con fotos de los papas.
En Brasil, que con 130 millones de fieles es el país con más católicos del mundo, una pequeña iglesia del barrio pobre de Alagados, en Salvador de Bahía (noreste), fue la primera en adoptar el nombre San Juan Pablo II
.
La iglesia, inaugurada en 1980 por el papa polaco durante la primera de las tres visitas que realizó a Brasil, se llama ahora Notre Dame de los Alagados y de San Juan Pablo II
.
En México, la Catedral Metropolitana recibió la noche del sábado a cientos de personas que celebraron las canonizaciones con una velada de oración, cánticos y alabanzas. Este domingo, unas 10 mil personas acudieron a la Basílica de Guadalupe para una misa especial.
En San José de Costa Rica, unas 35 mil personas se congregaron la noche del sábado en el estadio Nacional para acompañar en pantalla gigante la canonización.
El acto tuvo un especial significado, pues el segundo milagro atribuido a Juan Pablo II fue la curación de una costarricense que tenía un aneurisma cerebral, quien participó de la ceremonia en el Vaticano.
En Chile, una enorme estatua de Juan Pablo II fue inaugurada este domingo en Santiago, pero cuya instalación había sido rechazada cinco años atrás debido a su tamaño.
La plaza Juan Pablo II, ubicada en el barrio Bajos de Mena, uno de los más empobrecidos de Santiago, recibió finalmente la estatua de bronce de 13 metros de altura, en presencia de mil fieles llegados al lugar.
En El Salvador, centenares de feligreses participaron el sábado en una procesión antes de una vigilia, a la espera de la canonización.
Juan XXIII y Juan Pablo II son dos antorchas que nos iluminan y que con su testimonio nos ayudan para que nosotros veamos a Jesús
, exclamó el sacerdote Luis Ayala en una de las estaciones de la procesión, en el oeste de la capital salvadoreña.
En Nicaragura, el arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, presidió una misa de acción de gracias.