En Michoacán, la incidencia delictiva continúa al alza, particularmente en lo que se refiere a homicidios dolosos y secuestros. En el primer caso ha alcanzado niveles epidémicos, con una tasa de 22 por cada 100 mil habitantes, aunque en Apatzingán el indicador de asesinatos es uno de los más altos del país (62.27).

Un documento de la Secretaría de Gobernación (SG) detalla la preocupación de las autoridades federales por el incremento sostenido de los delitos. Para todo el periodo observado (2006-2013), la tasa estatal de homicidio doloso se comporta por encima del indicador de tendencia epidémica del homicidio definido por la Organización Mundial de la Salud, reportó la dependencia.

El punto más alto en Michoacán se alcanzó el año pasado con 961 incidentes (muertes violentas); la variación entre el año con menos homicidios (2007) y el periodo con mayor número (2013) es de 82.35 por ciento.

A su vez, entre 2012 y 2013 hubo un ascenso de 27.28 por ciento, y en los primeros tres meses de 2014, comparados con el mismo periodo del año anterior, el número de homicidios se incrementó 55.4 por ciento (al pasar de 175 a 272) y 43.59 el de secuestros (39 contra 56). También hay aumento en robo común con y sin violencia.

Hay incremento sostenido y generalizado en todos y cada uno de los ilícitos observados; es particularmente alto el incremento en homicidio doloso y secuestro. Comparativamente, 2014 es el año con más incidentes, se alerta en el texto de Gobernación, del cual este diario tiene copia.

Visto desde otra perspectiva, la tasa estatal de homicidio doloso fue en 2011 de 17.77 (por cada 100 mil habitantes); un año después fue casi idéntica (17) y de 22.09 el año pasado.

La mayor variación al alza la tiene Apatzingán: en 2011 tuvo una tasa de 34.7; en 2012 bajó a 27.5, pero en 2013 alcanzó niveles sin precedentes de 62.27.

Gobernación es la responsable de la estrategia de seguridad y, en la entidad en mención, ha desplegado no sólo un operativo al mando de fuerzas federales, sino también programas para la reactivación económica y de prevención del delito, con énfasis en Morelia, Uruapan, Lázaro Cárdenas y Apatzingán.

Dependencias de los tres niveles de gobierno impulsan programas para ampliar la oferta laboral y de servicios de educación y salud, al tiempo que el comisionado federal negocia el desarme de los grupos de autodefensa que se expandieron por varias regiones de la entidad, algunas de ellas ante el aumento de los ataques de grupos criminales y otras señaladas por tener vínculos con las mismas.

La tasa de homicidios en la entidad está por encima del promedio nacional (22.09 y 16.15, respectivamente, en 2013), mientras también el año pasado fue denunciado el mayor número de secuestros (196).

De 2006 a 2013, la variación en cuanto a secuestros es de mil 125 por ciento (16 casos contra 196), mientras que el comparativo 2012-2013 revela un ascenso en los plagios de 45.18 por ciento.

Otros delitos, como robo común, reportan un ligero descenso (1.7 por ciento), aunque persisten los focos rojos en Morelia (con tasa de homicidio doloso de 28.66 por cada 100 mil habitantes), Uruapan, 19.98; Lázaro Cárdenas, 23.49, y Apatzingán, 62.27.

Sin embargo, la principal preocupación de los michoacanos no es la inseguridad o la expansión del narcotráfico, sino el desempleo, según la encuesta nacional de victimización y percepción sobre seguridad pública 2012-2013. Le siguen en orden descendente: pobreza, aumento de precios, salud, corrupción, educación, narcotráfico, escasez de agua, impunidad y desastres naturales.

Los operativos federales se extienden a Guerrero, entidad que también muestra un comportamiento al alza, reporta Gobernación; el año cumbre fue 2012 con 2 mil 310 homicidios dolosos.