Ciudadanos de Coahuila, Guanajuato y Chihuahua se manifestaron en plazas públicas contra la iniciativa de ley de telecomunicaciones y radiodifusión, al considerar que incrementa el poder de las principales cadenas de televisión, limita a los medios públicos e indígenas y afecta la libertad de expresión al permitir la censura en Internet.

Encabezados por los sacerdotes Pedro Pantoja Arreola y Fernando Liñán Treviño, integrantes de la pastoral social de la diócesis de Saltillo, Coahuila, un grupo de ciudadanos de esa capital se concentró primero fuera de las instalaciones de Televisa y después en la plaza de armas, frente al palacio de gobierno, donde formaron una cadena humana contra la reforma.

Dijeron que se trata de una ley absolutamente regresiva, porque traiciona el espíritu de las reformas constitucionales (en telecomunicaciones) y beneficia a las empresas televisoras, concretamente al duopolio televisivo, pues vincula la preponderancia en radiodifusión con la audiencia, pero no con la capacidad de transmisión o con el número de concesiones.

Advirtieron que la propuesta limita las atribuciones fundamentales del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) y atribuye a la Secretaría de Gobernación la revisión de contenidos en radio y televisión, no establece ninguna disposición que aliente la producción nacional independiente en la materia y debilita a los medios públicos, indígenas y comunitarios, y deja a los dos últimos en la incertidumbre jurídica para acceder a las frecuencias.

Además de lastimar la libertad de expresión y permitir que el gobierno censure contenidos de Internet, la iniciativa atenta contra el principio de neutralidad de la red y permite que las autoridades ordenen la cancelación de los servicios de telecomunicaciones alegando amenazas contra la seguridad (nacional y pública).

También vulnera la privacidad de los usuarios, pues amplía las facultades de intervención en las comunicaciones, de geolocalización en tiempo real y sin controles, y obliga a las empresas de telefonía a conservar los datos personales de los usuarios en registros de comunicaciones, y eventualmente también permitiría el acceso a ellos sin autorización judicial.

En Chihuahua capital, los manifestantes hicieron una cadena humana alrededor del Congreso local portando pancartas donde se señaló la censura que se pretende hacer en redes sociales.

En Ciudad Juárez, los manifestantes marcharon hasta la plaza de armas, donde demandaron que termine el atentado a la libertad de expresión.

En León, Guanajuato, decenas de ciudadanos se unieron a la protesta nacional y formaron una valla en la alcaldía.

La expresión es un derecho que no debe censurarse, Silenciar al pueblo es un crimen y No callarán al pueblo, decían algunas pancartas que portaban los inconformes.

El monopolio de la información terminó con los medios; el gobierno tiene miedo que por Internet el pueblo se comunique, organice, denuncie y difunda información que no le favorezca, dijo la manifestante Sandra Flores.