No ha hablado con su esposa desde que lo detuvieron
Sábado 26 de abril de 2014, p. 10
Joaquín El Chapo Guzmán Loera cumplió dos meses preso en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1, Altiplano, conocido antes como La Palma, en el municipio de Almoloya de Juárez, en el estado de México. El narcotraficante está recluido en una celda de súper máxima seguridad, tiene derecho a una hora de sol al día y pasa 23 de aislamiento, revelaron funcionarios de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS).
El ex líder del cártel de Sinaloa sólo ve a más personas y puede intercambiar palabras con ellas mientras dure el desahogo de las audiencias de sus procesos, pero siempre custodiado por guardias que tienen prohibido hablar con él.
Guzmán Loera está en esa condición de encarcelamiento por decisión judicial, explicaron los funcionarios entrevistados, y aunque se considera que por medidas de seguridad para el Cefereso debe estar en aislamiento, en realidad –señalaron los entrevistados– solamente podrá modificarse su situación si así lo ordena un juez.
A la fecha, la Procuraduría General de la República (PGR) cuenta con ocho procesos penales en contra del ex líder del cártel de Sinaloa, y de acuerdo con fuentes del Poder Judicial de la Federación, no todos los casos se encuentran reactivados, luego de que muchos de sus juicios quedaron suspendidos tras su fuga en enero de 2001.
Los procesos penales en los que entre enero y marzo de este año se le dictaron autos de formal prisión son el 50/2009, por delincuencia organizada y la PGR no acreditó su responsabilidad en el caso de delitos contra la salud, en relación con el aseguramiento de media tonelada de cocaína en Mexicali, Baja California, en 2009; asimismo, enfrenta cargos por delincuencia organizada dentro de la causa penal 50/2011, por una orden de aprehensión librada en su contra desde mayo de 2001.
Asimismo, está la causa penal 206/2010, iniciada por delitos contra la salud y delincuencia organizada, en relación con el decomiso de dos buques cargados con cocaína, tras la aprehensión de Felipe Zurita Cruz, en enero de 2011, en Mazatlán, Sinaloa.
De acuerdo con los funcionarios de la CNS, Guzmán Loera tiene vigilancia las 24 horas del día y no puede realizar actividades deportivas ni culturales dentro del Cefereso; la visita de sus familiares deberá ser autorizada por los jueces que llevan sus casos.
La última vez que habría visto a su esposa Emma Coronel y sus dos hijas –según las fuentes consultadas– fue cuando lo aprehendieron en Mazatlán, Sinaloa, el 22 de febrero de este año; el narcotraficante se habría comunicado con ella por teléfono, ese mismo día, cuando estaba en el hangar de la Secretaría de Marina, antes de su traslado al Cefereso.