El Presidente inaugura en Sinaloa dos plantas de tratamiento de aguas residuales
Jueves 24 de abril de 2014, p. 11
Mazatlán, Sin., 23 de abril.
El gobierno federal establecerá mecanismos para asegurar la viabilidad y operación adecuada de las plantas de tratamiento de aguas residuales instaladas en el país, pues algunas dejan de funcionar debido a sus altos costos de operación o por inadecuada administración.
El presidente Enrique Peña Nieto admitió lo anterior y dispuso a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) asegurar a través de diversos instrumentos legales –sobre todo en la revisión en marcha de la Ley de Aguas Nacionales– el buen uso de tales instalaciones. ‘‘Sean para descargas limpias al mar o a otros vasos de agua, para el reuso industrial o de riego, o para cualquier destino del agua tratada, debe actuarse con responsabilidad’’', puntualizó.
El mandatario inauguró hoy dos plantas de tratamiento de aguas residuales: El Crestón, para este puerto y una más para Culiacán, con las cuales, se aseguró, ambas ciudades realizan el procesamiento del ciento por ciento de estos líquidos.
En gira por Sonora y Sinaloa, Peña aclaró la expresión del mandatario de la segunda entidad, Mario López Valdez, según la cual este segundo y último día había sido una visita ‘‘'de paso’’'. El gobierno federal ‘‘'está aquí trabajando’’, precisó.
Enseguida, anunció obras para la entidad sinaloense, como el libramiento del puerto de Mazatlán, por mil millones de pesos; la modernización de la carretera Culiacán- Parral, Chihuahua, con un costo de mil 400 millones; la presa Santa María, con una inversión de 6 mil millones, así como el levantamiento de bordos en uno de los canales de riego del río Humaya, también con un gasto cercano a los mil millones de pesos.
A petición expresa de los empresarios hoteleros de este destino turístico (Mazatlán), el presidente Peña habló de ‘‘dignificar’’ el desarrollo urbano de este lugar para seguir considerando al puerto como desde finales del siglo XIX, ‘‘Perla del Pacífico’’.
El desarrollo de México ‘‘'no debe ser privilegio de unos cuantos ni de sólo unas regiones’’', dijo más adelante Peña Nieto para responder a otro señalamiento de López Valdez sobre la pujanza, desarrollo y paz en Sinaloa. Se trata de buscar, añadió, un progreso armónico y nos permita realmente que las partes más rezagadas hoy, ubicadas en el sureste de nuestro país y en otras (zonas) más desarrolladas pueda potenciarse un crecimiento homogéneo que depare mejores condiciones de un mejor porvenir a todos los mexicanos’’.
También, y a propósito del trabajo legislativo, aludió a las llamadas leyes secundarias en proceso, como derivación de las reformas estructurales impulsadas el año pasado: ‘‘Son detonantes de crecimiento económico, de mayor desarrollo y progreso para toda la nación’’.
Entre los diversos agradecimientos y peticiones al apoyo del gobierno federal a Sinaloa, el gobernador Mario López Valdez había transmitido una solicitud específica ante el ‘‘espíritu de los agricultores, de no quedarse con ganas de sembrar’’, y era la dotación adicional de 100 millones de metros cúbicos para regar 45 mil hectáreas de sorgo.
En el mismo acto y en respuesta, el titular de la Conagua, David Korenfeld, consideró ‘‘irresponsable’’ apostar, como en el pasado, a las lluvias. Por ello, ofreció otorgar el volumen especial solicitado, con el compromiso ‘‘de que en caso de que no exista la precipitación adecuada en los meses siguientes, el primer uso que tenga el agua sea el consumo humano en Sinaloa y que ustedes (los productores) están adelantando el uso (…) que tuvieran en el futuro’’.
Antes de regresar a la ciudad de México, el Presidente recorrió el buque científico Bipo, del Instituto Nacional de Pesca, dotado –según información oficial– de modernos instrumentos de alta tecnología para seguimiento, localización, evaluación y análisis de especies marítimas, sobre todo en cuanto al desarrollo de nuevas pesquerías.