El enojo y el resentimiento llevaron a Saúl Canelo Álvarez a romper con Televisa, empresa que se encargó de proyectar su carrera, y las consecuencias de esa ruptura aún son inimaginables para el equipo que trabaja con el boxeador tapatío. Su entrenador José Reynoso lo acepta y hay incertidumbre por el futuro del peleador.

Será difícil cuantificar el costo de romper con Televisa. Por ahora no ha sucedido nada, pero después de la pelea que tenga en junio con Erislandy Lara podremos hacer un recuento de los estragos, si es que los hay, señaló el mánager.

La razón por la que el Canelo decidió separarse de la empresa que construyó su popularidad fue una nota en una revista de espectáculos de Editorial Televisa, en la que se responsabiliza al pugilista de la muerte del ex campeón Javier Chatito Jáuregui.

La publicación contiene la declaración de un testigo que solicitó el anonimato, quien asegura que el Chatito, de 40 años, sufrió castigo excesivo de Saúl (23) y que lo mandó al Hospital Civil de Guadalajara.

Según la versión, Jáuregui fue sparring durante los entrenamientos de Álvarez, quien le propinó golpizas que desembocaron en un derrame cerebral y unos días más tarde en su muerte.

Reynoso rechazó tajante esa aseveración y negó que el Chatito haya sido sparring del Canelo.

“Un día juguetearon tres asaltos, pero nada más. Si alguien se desempeñó como tal fue el Canelo pero para que se entrenara el Chatito, y el muchacho todavía ni debutaba y era muy jovencito.

“Los sparrings para la preparación de la pelea contra Alfredo Perro Angulo fueron seleccionados con rigor en san Diego y no sólo eso”, dijo Reynoso, sino que asegura que cuentan que el incidente ocurrió en el gimnasio Julián Magdaleno.

“Hace mucho tiempo que el Canelo no entrena allí, lo hace en el de mi hijo Eddy en otro lugar. Eso molestó no sólo a Saúl sino a todo el equipo”, indicó.

Afirma que la propia familia de Jáuregui desmintió la versión que responsabiliza a Álvarez, pues asegura que fue consecuencia de un mal congénito.

Vale más la conciencia que mil testigos y nosotros estamos muy tranquilos, asegura Reynoso, quien tiene claro el rumbo por el que transcurrirá la carrera del Canelo, porque en junio tienen pelea contra Lara y en unos días empezará la promoción en Estados Unidos.

En México todo es incierto, pues sin Televisa no saben cómo se hará la publicidad ni cómo será transmitida.

Nosotros no tememos represalias de Televisa porque no le hemos hecho nada ni hemos hablado mal de la empresa que se encargó de apoyarnos durante todo este tiempo, dice Reynoso.

Seguiremos trabajando como siempre porque nunca hemos tenido contrato de exclusividad con Televisa, sin bonos especiales de ninguna clase, sólo una vez acudí para firmar uno, pero no me convencieron las condiciones y no lo firmamos.

No fue soberbia ni arrogancia por la que el Canelo rompió con Televisa, sostiene Reynoso, porque no fue un desafío.

Sólo se sintió molesto por lo publicado y resentido. Él tomó la decisión porque tiene voz propia. Lo pensamos y lo apoyamos como debe ser porque somos un equipo, asegura.