Opinión
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Ruta Sonora

Reunión de Nirvana: emotiva e irrepetible

Los Tres

Infanzón

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Dave Grohl habla durante la ceremonia de ingreso de la banda Nirvana al Salón de la Fama del Rock and Roll, el pasado 10 de abrilFoto Ap
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l pasado 10 de abril, en el Barclays Center de Nueva York, se llevó a cabo una ceremonia un tanto ñoña de origen, que por fortuna fue salvada por algunos de sus galardonados, que hicieron lo posible por volverlo digno y un tanto más significativo: la inducción al Salón de la Fama del Rock and Roll 2014, este año para Nirvana, Peter Gabriel, Cat Stevens, Linda Ronstadt, Kiss, Daryll Hall and John Oates, The E Street Band (banda de Bruce Springsteen), así como los míticos mánagers Brian Epstein (The Beatles) y Andrew Loog Oldham (The Rolling Stones).

Pero este espacio quiere hacer hincapié en la histórica reunión de los músicos de Nirvana, a propósito de los sentidos testimonios que dieron después sus ex miembros Dave Grohl y Krist Novoselic sobre lo que ello significó, según publicó la Rolling Stone estadunidense el miércoles 16.

Para que un artista sea elegido en tal honor, deben pasar 25 años tras el lanzamiento de su primer sencillo o álbum. Éste era el primer año en que Nirvana podía ser elegido, y el jurado no dudó, en coincidencia con los 20 años de la muerte de Kurt Cobain. Emotivo fue que Michael Stipe, de R.E.M., los presentara, pues Cobain era entusiasta de tal banda. Stipe indicó que Nirvana dio voz a los que se sentían carentes de afecto; una generación ignorada por la depresión económica: fueron verdaderos artistas, no rockstars.

Conmovedor fue ver tocar a Grohl y Novoselic, con Pat Smear en guitarra invitada, cuatro temas clásicos, no ejecutados por sus integrantes originales hacía 20 años. En voces, sólo mujeres: Joan Jett, Kim Gordon (Sonic Youth), Annie Clark (St. Vincent) y Lorde. ¿Por qué? La respuesta a esto y demás sentimientos encontrados, a continuación.

Una ceremonia del estilo, es algo que Cobain execraba. Pero estos hombres le dieron la vuelta: Podría ser un buen momento para honrar y recordar a Kurt, dijo Novoselic. Grohl: Veíamos imposible volver a tocar estas canciones; requeríamos gran preparación emocional. Una vez que accedieron a tocar, vino lo inevitable: una lista con posibles cantantes. Ningún varón aceptó: Quizá no quisieron asumir algo con tanto peso. Pero Joan Jett fue la primera en aceptar. Quisieron que estuviera PJ Harvey, de la que Cobain era fan, pero no pudo. Con todo, de pronto Grohl lo tuvo claro: ¡Eso es! ¡Deben ser puras mujeres! Kurt era feminista y eso le habría encantado. Grohl: Cantar sólo con mujeres sería un reto, una aportación; agregaría sustancia y profundidad al show, y no auto-indulgencia; agregaría futuro, no nostalgia.

De nuevo en los ensayos brotaron los temores, pero también la magia. Novoselic tuvo que reaprenderse sus partes sacándolas de un libro de partituras: “Cuando las empecé a tocar, sentí algo fuerte y oscuro; me dije: ‘oh, Dios, ¿de verdad estoy tocando esto otra vez?” Para Grohl también fue denso: “La primera vez que las tocamos de nuevo, sentí que veía un fantasma, como si Kurt estuviera ahí. A la tercera vuelta, aquello empezó a sonar a Nirvana. Tocamos Scentless Apprentice y las mandíbulas se fueron al piso. Nos oímos con asombro, como si no hubiéramos tocado eso antes. Dije: ‘¿Así de bien sonábamos? ¡Con razón la gente nos puso atención!”

Más allá de las palabras pegajosas de agradecimiento y de recuerdo a Chad Channing, y de los abucheos a Courtney Love cuando con todo y rencillas, abrazó a Grohl y Novoselic, expresando que todos eran familia, el encuentro fue un emotivo homenaje. Grohl: “Fue una oportunidad única de reunión. Y todos estábamos ahí por Kurt. Más que un show, fue un gran suceso para nosotros, personal y emocionalmente”. Tanto, que no pudieron resistir el sacar toda la emoción acumulada y volver a tocar viejas piezas: el after fue un concierto en un pequeño club de Nueva York, donde con las mismas invitadas salvo Lorde, así como J Mascis de Dinasour Jr y John McCauley, tocaron 19 temas de Nirvana, para unos cuantos afortunados. Sin embargo, ahí quedó. Grohl: Fue una noche que jamás se repetirá. Por ello fue poderosa, bella y significativa. Definitivamente no lo volveremos a hacer.

Matt & Kim. Bátiz. Casino Shanghai.

Sábado 19. Hoy y mañana, rocanrol legendario con Javier Bátiz, su hermana Baby y Tex Tex. Blanquita (Eje Central 16), 18 horas, $311 a $541.

Domingo 20. Pianísimo, tributo a la salsa, con el fino pianista Héctor Infanzón, al lado de Irving Lara, Daniel López Infanzón y la Citadino Big Band. Alameda Sur (Miramontes y Las Bombas). 18 horas, entrada libre.

Miércoles 23. 1. El gran combo chileno Los Tres dará tres horas de concierto, con lo más selecto de su repertorio. Imperdible. Lunario. 21 horas, $430. 2. De Brooklyn, el punky-pop de Matt & Kim. El Plaza (Juan Escutia 4, Condesa). 21 horas, $430 a $658.

Jueves 24. Casino Shanghai, banda pionera del synth-pop en México. Imperial (Álvaro Obregón 293, Condesa). 22 horas, $80 (más, en www.patipenaloza.blogspot.com) .

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