Pide política pública para que sea gratuita
Sábado 19 de abril de 2014, p. 30
En los hechos existe una privatización del agua, tan es así que no hay de forma gratuita en ninguna parte
, pese a que es un derecho humano reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero para beberla se tiene que recurrir a comprarla embotellada, afirmó el diputado local Jorge Gaviño Ambriz.
Cuando el Estado se deja de preocupar por garantizar que la gente pueda beber agua, entonces empieza la privatización
, por eso, dijo, en la ciudad de México el reto del gobierno es establecer como una política pública que el agua potable sea gratuita.
De allí la importancia, subrayó en entrevista, de las reformas que hacen obligatoria la instalación de bebederos en escuelas y que los restaurantes den agua simple a los clientes que lo soliciten.
Y el siguiente paso, agregó, es que en los espacios públicos como parques y centros comerciales, edificios públicos, haya bebederos para que en la ciudad haya agua potable gratuita.
Destacó que la venta del líquido embotellado se ha convertido en el negocio de las refresqueras, ya que, por ejemplo, en el Distrito Federal los padres de familia gastan entre 10 mil y 15 mil pesos al año para que sus hijos beban agua en la escuela.
Según la Encuesta sobre consumo y percepción del agua en los hogares del Distrito Federal, realizada por académicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), los capitalinos gastan alrededor de 4 mil 600 millones de pesos en agua embotellada cada año.
Explicó que esto se debe a que en la década pasada se hizo una campaña de temor
, no sólo en el país, sino a nivel internacional, contra el consumo de agua de la llave por supuestos riesgos de contraer enfermedades, cuando hay pruebas bacteriológicas que señalan que en muchas ocasiones el agua de garrafón o embotellada es de muy mala calidad
.
Además, subrayó la mayor parte del líquido que se distribuye en la ciudad de México es totalmente potable, incluso, mencionó, algunas de las empresas embotelladoras se abastecen de la red de agua potable capitalina, que sólo la pasan por algunos filtros para envasarla y venderla.
El legislador del Partido Nueva Alianza señaló que compañías refresqueras presumen de ser la única opción para surtir de agua potable al oriente de la ciudad, por lo que resulta paradójico que quienes más gastan en este producto son los más pobres, los que la reciben por tandeo y de mala calidad, y por ello tienen que comprarla embotellada.