Bachelet suspende visita a Argentina
Martes 15 de abril de 2014, p. 21
Santiago, 14 de abril.
Las colinas que rodean la ciudad puerto de Valparaíso se llenaron hoy de miles de jóvenes que suben voluntariamente para ayudar a los damnificados del incendio que desde hace dos días devastó la periferia urbana, en los límites con las zonas boscosas, y ha causado la muerte de 15 personas.
La iniciativa de los jóvenes, que se organizan para repartir agua y recoger escombros de viviendas, es una respuesta espontánea que se adelantó a cualquier convocatoria de las autoridades, preocupadas todavía por detener las lenguas de fuego que se reavivan constantemente con el viento.
Los expertos vaticinan que el fuego seguirá durante los próximos dos o tres días y suponen que aunque se logre el control en las inmediaciones de Valparaíso y los 42 cerros que la rodean, la amenaza permanecerá unos 20 días más, en tanto persistan las altas temperaturas, atípicas al comienzo del otoño en el hemisferio sur.
La presidenta Michelle Bachelet anunció la suspensión de una visita a Buenos Aires –primera salida oficial desde que asumió el mandato el 11 de marzo– y pidió auxilio nacional e internacional para obtener aviones que permitan apagar el incendio.
Sabemos que es una prueba enorme para las familias afectadas, pero pueden estar seguros de que estamos poniendo a disposición todos los recursos para enfrentar esta tragedia, para comenzar la ubicación de familias y la segunda fase de reconstrucción
, dijo Bachelet.
Para los ocho mil damnificados, el gobierno central estudia la posibilidad de construir barrios de emergencia, ofrecer subsidios para el arrendamiento de viviendas y ayuda a quienes se fueron a refugiar en casa de familiares o amigos.
Hoy se supo que siete de los 15 fallecidos eran ancianos que no pudieron salir a tiempo de sus casas y dos más que eran minusválidos. Uno más murió de un infarto al volver a su casa y encontrar que ya sólo quedaban cenizas.
Los albergues de emergencia fueron ocupados la noche del domingo por mil 200 personas, mientras el resto de los 10 mil desalojados optó por acudir a casas de familiares y amigos en una localidad de 270 mil habitantes, 120 kilómetros al noroeste de Santiago.
Unos mil 250 bomberos están al frente de las tareas de control del fuego, con apoyo de unos dos mil soldados del ejército y carabineros, así como de 11 helicópteros y seis aviones cisterna. Dos voluntarios resultaron gravemente heridos cuando combatían el incendio en la periferia urbana.
El fuego arrasó con 850 hectáreas de bosques y miles de viviendas. Los cerros más afectados hasta ahora son Ramaditas, Mariposas y Quebraditas, pero muchos más han estado en llamas o bordeados por ellas. El centro de la ciudad, donde se encuentra la sede del Congreso chileno, está libre de daños y amenazas.
La ministra de Salud, Helia Molina, decretó la alerta sanitaria en Valparaíso ante el riesgo que representa la expansión de la nube tóxica creada por el humo.