a detención del alcalde de Cuetzala del Progreso, Feliciano Álvarez Mesino, a quien la Procuraduría General de la República le atribuye protección al crimen organizado y participación en secuestros, golpea en lo político al Partido de la Revolución Democrática, del cual es militante el edil y podría, según se desarrolle el caso, impactar en el proceso electoral del próximo año.

En el escenario de un PRD golpeado, habría que integrar otros fenómenos, como la pérdida de votos que le significará el surgimiento del Movimiento Regeneración Nacional en el escenario electoral y la posibilidad de que Movimiento Ciudadano (MC) y el Partido del Trabajo (PT) busquen participar por cuenta propia o aliados entre ellos, de manera distinta a como lo han hecho en los procesos anteriores.

El sol azteca gobierna el estado de Guerrero y alcaldías importantes como Iguala y varias de la Tierra Caliente; en Acapulco el alcalde es de MC pero llegó en alianza con PRD y PT. Además, el sol azteca tiene mayoría en el Congreso.

Por ello, el priísmo, que buscará afanosamente recuperar el estado, confía en que cada uno de los tres partidos de izquierda salgan separados y que al sol azteca lo golpee el caso de Cuetzala. Además, estarán los candidatos ciudadanos, entre los cuales marcadamente se menciona al rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, Javier Saldaña Almazán, afín al PRI y al grupo político del ex gobernador Rubén Figueroa, pero al final de cuentas sin filiación partidista.

La pulverización del voto y la zozobra en que vive el gobierno de Ángel Aguirre Rivero por todos los conflictos que enfrenta la entidad han reforzado las esperanzas del tricolor. En favor del PRD cuenta precisamente que los priístas, al ver posible un triunfo, comiencen a pelear entre ellos.

La elección del próximo año estará envuelta en un coctel explosivo en el que, lo único cierto para Guerrero, es que nada está definido y puede haber muchas sorpresas.