Tratan de revertir la pobreza, la violencia y la desintegración familiar en BC y Nuevo León
la inclusión socialde niños y adolescentes
El British Council participa por primera vez en esa iniciativa y aporta 60 mil libras a la ciudad de Tijuana y la misma cantidad para el municipio de San Pedro Garza García
Sábado 12 de abril de 2014, p. 7
Si podemos bailar, podemos convivir, es el lema con el que el proyecto Community Dance/ Danza para la convivencia trabajará en zonas marginadas de Tijuana, Baja California, y el municipio de San Pedro Garza García, Nuevo León, destinado a niños y adolescentes que enfrentan condiciones de pobreza, violencia o desintegración familiar.
Community Dance ya estuvo en México hace unos años en San Luis Potosí, pero esta es la primera ocasión en la que participa el British Council, que aportará 60 mil libras para cada uno de los lugares en los que se realizará este año.
En Tijuana será en mayo próximo, en la zona de Camino Verde, mientras en San Pedro Garza García, en las comunidades de La Cima y Vista Montaña, probablemente entre agosto y septiembre.
En este proyecto el músico británico Christopher Benstead y las coreógrafas Tamara McLorg y Mónica Delgadillo Aguilar, esta última mexicana radicada en Europa, visitarán el país para trabajar con colegas mexicanos y con niños y adolescentes para contribuir a la inclusión social, en situaciones de vulnerabilidad o donde ha habido situaciones vinculadas a la violencia
, señaló Edgardo Bermejo, Arts Director del British Council.
En Camino Verde, donde habitan familiares de quienes se encuentran en la penitenciaría local, se trabajará con Casa de las Ideas de Tijuana Innovadora, mientras en San Pedro Garza García será con la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey, y contarán con la colaboración logística y económica de los gobiernos locales.
Confianza y comunicación
Esta experiencia de Community Dance nació en los años 70 del siglo pasado en Gran Bretaña y se ha puesto en marcha en varios países, entre ellos Perú.
Hemos tenido la fortuna de encontrar socios locales interesados en acompañarnos. Queremos reforzar la idea de que a través del arte podemos contribuir a la inclusión social en lugares con situaciones de vulnerabilidad o vinculadas a la violencia
, añadió Bermejo en conferencia de prensa hace unos días en la que participaron Andrés Tapia, representante del gobierno de Baja California en el Distrito Federal; Manuel Bejarano, director del Instituto de Cultura de Baja California; Eduardo García Treviño, consejero de Tijuana Innovadora, Rosa María González Dávila, directora ejecutiva del Patronato de la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey y Miguel Ángel Meléndez, titular de la Secretaría de Desarrollo Cultural del municipio de San Pedro Garza García.
Las coreógrafas y el músico invitados estarán un mes en cada uno de los lugares, trabajarán con colegas locales y ellos a su vez con los niños y adolescentes. En Tijuana se planea hacer una selección de entre 30 y 40 de ellos provenientes de la Telesecundaria 28, mientras en Nuevo León podrían ser hasta 50 los beneficiarios, quienes no pagarán nada para unirse al programa, el cual también funcionará para la detección de talentos. Esos niños y adolescentes crearán su propia coreografía y música y el producto final será estrenado en un teatro o auditorio local.
En un video proyectado durante la conferencia, Christopher Benstead señaló que uno de los resultados del programa es que tiene efectos duraderos en los niños y adolescentes en términos de confianza, autoestima y comunicación.
Se trata de cambiar los referentes de los jóvenes de esas comunidades marginales, coincidieron los invitados a la conferencia de prensa, para hacerles ver que existen otras posibilidades más allá de convertirse en sicarios y delincuentes.