Sólo se observaron algunos movimientos de sus asistentes
Jueves 10 de abril de 2014, p. 6
En la fresca mañana de ayer, afuera de la casa del escritor Gabriel García Márquez reinaba la calma en contraste con la actividad del martes, cuando el Premio Nobel de Literatura colombiano regresó a su domicilio.
Gabo permaneció casi nueve días internado en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, debido a un cuadro de deshidratación, infección pulmonar y de vías urinarias
, como se informó en su momento.
Desde la calle, el único movimiento que se observó fue dentro de su residencia. Es decir, el arribo pasadas las 10:30 horas de su asistente Mónica Alonso, quien estacionó su automóvil sobre la banqueta y, celular en mano, apuró el paso para entrar al inmueble, que tiene un aire provinciano y una bugambilia en la fachada.
Media hora después llegó otro asistente de Gabo, Genovevo Quiroz, quien entró al volante de una camioneta Honda Odyssey negra por una de las cuatro cocheras. Al percatarse de la presencia de una decena de periodistas que aguardaban afuera de la casa, aunque en días pasados se había dirigido a la prensa que esperaba noticias de la salud del afamado escritor en la entrada del instituto de Nutrición, no mostró interés por acercarse.
Quiroz se volvió a ver al abrir y cerrar ventanas, subir y bajar persianas, recibir un pedido de la Farmacia San Pablo, y hacer un par de viajes en coche. Durante la mañana ninguna visita llegó, ni siquiera de médicos. Un taxista que pasó, al ver a los fotógrafos, gritó: Fotografíenme a mí, aunque no sea famoso
.