Martes 8 de abril de 2014, p. 26
Saltillo, Coah., 7 de abril.
La policía estatal se hizo cargo de la vigilancia en dos de los 38 municipios del estado, y en seis interviene con elementos del Grupo de Armas y Tácticas Especiales, que están al frente de las corporaciones locales. Este esquema se mantendrá hasta que las administraciones locales puedan garantizar el servicio, afirmó el secretario de Gobierno, Armando Luna.
Precisó que la policía estatal está a cargo de la vigilancia en los municipios de Juárez y Progreso, ambos de no más de 4 mil habitantes, en donde hace un mes los uniformados locales fueron dados de baja por reprobar exámenes de confianza.
Son municipios pequeños, de poca población. Mientras los gobiernos municipales no puedan reconstruir sus policías, la corporación estatal seguirá a cargo
, dijo el funcionario.
Entre febrero de 2012 y octubre de 2013 la policía del estado se hizo cargo de la seguridad en Melchor Múzquiz, Monclova y Ramos Arizpe, tras la renuncia o destitución de los agentes locales.
En 2011 más de 450 uniformados fueron dados de baja por no acreditar evaluaciones del Sistema Nacional de Seguridad Pública en Saltillo, mientras Torreón se quedó sin policías por renuncias o bajas.
Armando Luna dijo que en Matamoros, Nava, Allende, San Pedro, Francisco I. Madero y Viesca la seguridad está a cargo de policías municipales y estatales, pero las comandancias están en manos de elementos del Grupo de Armas y Tácticas Especiales, que depende de la Comisión Estatal de Seguridad.
El secretario de Gobierno dijo que la penetración del crimen organizado en las policías municipales de Coahuila llegó a ser evidente
.
En 2012, recordó, fueron detenidos el comandante Rodolfo Castillo Montes, subdirector de la corporación de Acuña, y tres agentes, acusados de entregar a sus asesinos a Eduardo Moreira Rodrígez, hijo del ex gobernador Humberto Moreira y sobrino del actual mandatario, Rubén Moreira Valdez.