Se mantiene la pérdida de bosques en el país, han sido insuficientes los avances en el manejo de aguas residuales y el riesgo de la población a sufrir desastres naturales se agravará con el cambio climático, advierten los Indicadores de seguimiento de México de la Iniciativa Latinoamericana y Caribeña para el Desarrollo Sustentable, que mide 41 temas.

Esta instancia fue creada en Johannesburgo en 2002 para complementar los esfuerzos de la Cumbre de Milenio, enfocados al combate a la pobreza y el hambre, entre otros rubros.

El reporte de México precisa que en las áreas que se observaron más rezagos son las relacionadas con la diversidad biológica y gestión de recursos hídricos, mientras los avances se dieron en aspectos institucionales, temas sociales, salud, inequidad y pobreza.

Indica que uno de los mayores retos para el país es el agua, ya que, pese a que la presión sobre los recursos hídricos está clasificada como moderada, esto no representa la situación nacional, ya que al norte los valores de presión son calificados internacionalmente como fuerte y muy fuerte, mientras en el sureste es baja la presión.

Los indicadores muestran que en la última década la eficiencia en el uso del agua en los sectores agrícola e industrial no ha mejorado sustancialmente, mientras en el sector doméstico el consumo per cápita tiende a crecer, apunta.

Más adelante señala que los avances en el tratamiento del agua residual han sido insuficientes. En 2011 se trató 41.3 por ciento de las aguas municipales que generó el país, lo que significa que 59 por ciento se vertió a presas, ríos, lagos y mares nacionales, afectando la calidad de sus aguas.

El documento menciona que se mantiene una importante brecha en el acceso a saneamiento entre las zonas urbanas y rurales, ya que en las primeras es de 95 por ciento y en las rurales de 63. En cuanto a entidades, Distrito Federal llega a 98.5 por ciento de la población, mientras en Oaxaca es de 67 por ciento. El indicador de la cubierta boscosa muestra que los progresos para impedir su pérdida han sido insuficientes, ya que mientras en 1993 la superficie cubría 35.3 por ciento del territorio en 2011 bajo a 33.8 por ciento.

La protección de los ecosistemas terrestres y marinos en áreas naturales protegidas ha avanzado, la superficie se duplicó entre 1990 y 2012 al pasar de 7.1 por ciento del territorio al 13 por ciento.

Precisa que el cambio de uso de suelo continúa: en 2011, 28.7 por ciento del territorio nacional había perdido ecosistemas en favor de otros usos de suelo. A esto se suma que 44.9 por ciento del territorio tenía algún grado de degradación en 2002.

Refiere que la vulnerabilidad de la población ante desastres naturales puede agravarse con el calentamiento global. Lluvias, inundaciones y ciclones tropicales fueron las principales afectaciones entre 2001 y 2010. A esto se agregan daños económicos por 237 mil millones de pesos, que en 2010 significaron 0.8 por ciento del PIB.