San José, 6 de abril.

Más de un millón de costarricenses ha dicho sí al cambio, y esa decisión, que ha sido voluntaria y lúcida, constituye un punto de inflexión en la historia, declaró esta noche el opositor Luis Guillermo Solís, del centrista Partido Acción Ciudadana (PAC), quien ganó las elecciones presidenciales de Costa Rica en la segunda vuelta electoral.

El ganador obtuvo 77.9 por ciento de los votos (un millón 258 mil 715) frente a su rival oficialista, Johnny Araya, del Partido Liberación Nacional (PLN), quien consiguió apenas 22.1 por ciento de los sufragios, en una histórica jornada que dejó atrás el tradicional bipartidismo que marcó el escenario político del país desde la década de los 80 entre el PLN y el ahora minoritario Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).

El abstencionismo también marcó un hito al ubicarse en 43 por ciento, el más alto en la historia del país, según resultados preliminares del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), con 92.6 por ciento de escrutinio.

Al dirigirse a miles de simpatizantes en la Plaza Roosevelt, en San José, Solís señaló: el pueblo de Costa Rica depositó en nuestras manos imperfectas, pero voluntariosas, el mandato para el cambio y lo realizaremos con respeto, alegría y determinación, al destacar haber superado el millón de votos que pidió para consolidar su triunfo.

Pide que no haya divisiones en la marcha hacia el desarrollo

Entre gritos de Sí se pudo, Sí se pudo, el presidente electo de Costa Rica señaló que centenares de costarricenses se sumaron a la ruta de la honradez, equidad y prosperidad.

Hizo un llamado a la unidad nacional para que no haya conflictos que dividan el propósito del pueblo en su marcha hacia el desarrollo. Sostuvo que es el momento del cambio, de la transformación. Dejemos atrás los conflictos. Que sea esta noche el inicio de una convocatoria nacional que nos consolide como pueblo y nos haga mejores.

Desconocido hace tan sólo unos meses, Solís, de 55 años, reconoció que vendrán momentos difíciles y tendremos que sacar lo mejor de nuestra historia y talento, en alusión a que su partido ganó sólo 13 de los 57 escaños del Congreso y el PLN tiene la mayor bancada, con 18; el izquierdista Frente Amplio, 9; y los restantes 17 diputados son de varias agrupaciones conservadoras.

El virtual presidente electo, quien asumirá el 8 de mayo, se mostró favorable a separar los ámbitos de la administración pública y la privada

Indicó que la bandera que nos guiará una y otra vez no será la bicolor del PAC, sino la tricolor de Costa Rica, la bandera que nos acoge a todos.

Al término de su discurso agradeció una vez más a quienes votaron y sostuvo que el pueblo ha dicho basta a la política tradicional que tanto mal nos trajo... se abrió en el horizonte una brecha luminosa hacia la esperanza, justicia, equidad, aspiraciones del pueblo.

Antes, el oficialista Johnny Araya, del PLN, reconoció la aplastante victoria de Solís. Reconocemos la voluntad clara y contundente del pueblo de Costa Rica, manifestó en la sede de su agrupación política.

Acompañado del presidente de su partido, Bernal Jiménez, Araya dijo que recibió el resultado con serenidad y la conciencia tranquila.

Empiezo por reconocer con humildad y respeto los resultados que ya conocemos, y por felicitar al presidente electo de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, expresó.

“Se confirma una regla escrita en la política de Costa Rica en la que se impide que un partido gane tres veces consecutivas la presidencia.

Entendemos con claridad que nuestro pueblo votó por un cambio en el partido de gobierno, y agradeció a los costarricenses en este proceso electoral.

Señaló que Costa Rica necesita de un gran acuerdo nacional. Somos una sociedad políticamente fragmentada y quedó expresado de manera dramática después del 2 de febrero, fecha de la primera vuelta electoral.

Cuando tenemos nueve partidos en la Asamblea Legislativa, el PLN tiene 18 diputados de 57, no es posible que la hegemonía de un partido político pueda ser exitosa en nuestro país, aseguró.

Planteó un acuerdo nacional al cual, dijo, corresponderá al gobierno proponer una agenda.

Los temas planteados son: reducir la pobreza, reactivar la economía y los empleos, reducir el déficit fiscal, el tema energético, las obras públicas y la gobernabilidad.

A su vez, la saliente gobernante Laura Chinchilla felicitó a Solís. La presidenta de la República ha felicitado a Luis Guillermo Solís, presidente electo, y le ha expresado los mejores deseos de éxito en el complejo cargo, señaló en un comunicado.

El candidato del PAC era claro favorito desde que en la primera vuelta del 2 de febrero ganó con 30.8 por ciento contra 29.6 por ciento de Araya, pero sin alcanzar el porcentaje para evitar la segunda ronda. Poco más de un mes después, Araya quien fue alcalde de esta capital más de 20 años, anunció sorpresivamente que abandonaba la campaña porque las encuestas le vaticinaban una humillante derrota.

Pero el rostro de Araya estuvo en las papeletas de votación, porque la ley prohíbe renunciar a la candidatura.

Solís ganó simpatías en una población que cree cada vez menos en los políticos y clama por cambios tras décadas de bipartidismo y dos gobiernos consecutivos del PLN.

Considerado el más impopular de los últimos 20 años, el gobierno de Laura Chinchilla, primera mujer en la presidencia de Costa Rica, deja al país con un déficit fiscal de 6 por ciento, una deuda interna de 60 por ciento del PIB y el nada honroso primer lugar en América Latina en crecimiento de la desigualdad en 2013.

Esta es la primera vez en más de medio siglo que llega al poder en este país un partido no tradicional, fundado hace 13 años para quebrar el bipartidismo.

Después de 30 años de formar parte del gobernante PLN, Solís abandonó el grupo en 2005 tras denunciar irregularidades en votaciones internas antes de unirse al PAC en 2009.

Solís, un autor muy publicado, versado en relaciones internacionales y comercio global, logró que su mensaje anticorrupción permeara en una población muy desilusionada con Chinchilla, cuyo gobierno ha sido salpicado por escándalos de corrupción.

La victoria del diplomático de 55 años es otro triunfo para los partidos de centroizquierda de América Latina, que han ganado terreno este año en países como Chile y El Salvador.