La ardua tarea de los investigadores chinos por conservar en libertad a los emblemáticos pandas se pone de manifiesto en un documental que se exhibe en el Museo del Papalote.

Panda, de regreso a casa se titula el filme de National Geographic que se proyecta en tercera dimensión y es narrado en español por la actriz Arcelia Ramírez.

Las escenas transcurren en la reserva Wolong, ubicada en la zona montañosa de la parte central de China, en donde un grupo de científicos encabezados por Zhang Ho Min –quien ha dedicado los 30 años pasados a salvar a los pandas de la extinción– se hacen cargo de crías nacidas en cautiverio para luego introducirlas al ámbito natural, al terreno en donde vivirán en libertad, monitoreadas por un radio prendido a un collar, con el fin de conocer sus desplazamientos.

Se calcula que existen apenas unos mil 600 ejemplares de pandas en estado salvaje. El territorio de estos tímidos animales tuvo enormes extensiones en China, pero la destrucción del hábitat a cargo de la raza humana y una que otra intromisión de otros depredadores, como los felinos que por esos rumbos merodean, ha reducido considerablemente su lugar de residencia. 

Los pandas en cautiverio,  como es sabido, han sido obsequiados por el gobierno chino a varios países como signo de amistad; otros son prestados con propósitos de reproducción, como ha ocurrido aquí, en el zoológico de Chapultepec, aunque ese punto no se aborda en el filme.

El documental da cuenta de los cuidados que se tienen con los recién nacidos, ya que a menudo las hembras paren dos, pero centran su atención en el ejemplar más fuerte, por lo que la sentencia darwinista tiene cabal cumplimiento, y entonces los humanos entran al rescate de la cría débil para mantenerla en incubadoras, alimentándola con botella e intercambiándola con el pariente fuerte, para que también reciba el calor materno necesario.

Los cuidados de alimentación son meticulosos, pues los pandas llegan a consumir 36 kilos de bambú al día y, en libertad, cuando el hambre pega, no desprecian un roedor y una que otra avecilla.

A la fecha de filmación, 13 pandas han sobrevivido al experimento, para satisfacción de Zhang, quien es ya conocido en su país, como Papá panda. Se tuvo la funesta noticia de un deceso, al parecer por ataque de otro ejemplar.

Las funciones se dan de lunes a viernes cada dos horas a partir de las 10:30 hasta las 16:30 horas. Los jueves se añaden dos horarios, 19:30 y 21:30, y los domingos la actividad empieza al mediodía, hasta las 18.30 horas.

El Museo del Papalote se ubica en la segunda sección de Chapultepec, cercano al Metro Constituyentes.