Sociedad y Justicia
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El virus se ha desatendido, pese a que deriva en cáncer de hígado y cirrosis

La hepatitis C provoca seis veces más fallecimientos que el sida

Lamentable, que haya medicamentos que curan el mal y no se ofrezcan a enfermos: Margarita Dehesa

En México, más de 60 por ciento de afectados desconoce que lo padece, afirma

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En imagen de archivo, habitantes de Chalco, estado de México, son vacunados contra hepatitis debido al desbordamiento de un canal de aguas negrasFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Domingo 6 de abril de 2014, p. 32

Cada año mueren cerca de 30 mil personas –82 cada día– a consecuencia de cirrosis, de las cuales 35 por ciento tuvo origen en la infección por el virus de la hepatitis C. Esta es una enfermedad que hasta ahora ha carecido de la atención de las autoridades, a pesar de que el número de decesos que provoca es seis veces mayor a los del sida, afirmaron especialistas.

Margarita Dehesa, gastroenteróloga y hepatóloga, integrante del consejo científico de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (FundHepa), señaló que existen medicamentos que curan la hepatitis C. Por eso, dijo, es lamentable que no se ofrezca a los afectados la posibilidad de salvar la vida con una prueba de detección y acceso al tratamiento.

En México, la hepatitis C afecta a entre un millón 130 mil y un millón 700 mil de personas, pero sólo 40 por ciento lo sabe. Por desconocimiento, el resto se enterará de que es portador del virus hasta que aparezcan las complicaciones, como cirrosis o cáncer de hígado, que son enfermedades letales.

Una medida prioritaria en el país tendría que ser la difusión de los factores de riesgo, en particular haber recibido alguna transfusión sanguínea antes de 1992, cuando no había control en los bancos de sangre o tener tatuajes corporales.

Generaciones humanas, en riesgo

También están en riesgo de ser portadores del virus C de hepatitis los individuos nacidos entre 1945 y 1965, aunque no hayan recibido alguna transfusión sanguínea. Dehesa explicó que en esos años no se pensaba en el riesgo de transmisión de la hepatitis C. De igual forma las jeringas de vidrio que se hervían para esterilizarlas podían ser fuente de transmisión de la infección.

En entrevista, la médica reconoció que a partir del surgimiento del VIH/sida mejoró sustancialmente el control de la sangre; se prohibió su comercialización y se establecieron pruebas clínicas que de manera obligatoria se deben realizar en los bancos de sangre a los donadores, para descartar la presencia de VIH, hepatitis u otros males.

La hepatitis es una enfermedad inflamatoria del hígado y según el tipo de que se trate, cuando es causada por virus A, B, o C, provoca incapacidad de 30 a 60 días o enfermedades crónica graves, como las mencionadas, explicó el hepatólogo Jorge Luis Poo, miembro de las asociaciones mexicanas de Medicina Interna, de Gastroenterología y de Hepatología.

Informó que existen otros tipos frecuentes de hepatitis como la tipo B, que afecta a 0.3 por ciento de la población y representa el mismo problema de salud. La diferencia es que ya existe una vacuna que previene su transmisión.

También está la hepatitis relacionada con el consumo nocivo de alcohol y la predisposición genética de las personas, así como la que se asocia con el sobrepeso y la obesidad. La primera es la más frecuente en el país, evoluciona a cirrosis y cáncer y es responsable de 40 por ciento de los fallecimientos.

En tanto, la hepatitis metabólica ocasiona de 5 a 8 por ciento de las defunciones. Sin embargo, debido al grave problema de sobrepeso y obesidad que hay en el país, es de esperarse que en los próximos años aumente la prevalencia entre 70 por ciento de los adultos en esta condición.

Por ahora, la mayor preocupación de las autoridades tendría que estar en la detección, diagnóstico y tratamiento de los enfermos con hepatitis C, que reduce la esperanza de vida en alrededor de una década.

En los hogares, donde se comparten objetos como rastrillos y cortauñas, también está el riesgo de adquirir los virus de la hepatitis B o C, advirtió Dehesa.

Agregó que están en curso al menos 10 proyectos de investigación para el desarrollo de fármacos, dos de los cuales ya están disponibles en Estados Unidos. Tienen una alta eficacia, aunque son de muy alto costo.

En México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios revisa la solicitud de registro de uno de esos antivirales que, según el laboratorio farmacéutico Janssen, corta la reproducción del virus y en seis meses lo erradica definitivamente.