La localización telefónica en la investigación de delitos graves, que no requiere autorización judicial, ha resultado una herramienta útil para la ubicación de líderes de los cárteles de Sinaloa, Los caballeros templarios y grupos de secuestradores, indicaron mandos de las fuerzas armadas y de la Procuraduría General de la República (PGR).

Los casos más relevantes desde la aplicación aprobada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en enero pasado, han sido la detención del ex líder del cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, y la muerte de Nazario Moreno, El Chayo, y Enrique Plancarte Solís, dos de los capos templarios.

La localización o geolocalización telefónica, como se llama a este procedimiento para ubicar uno o varios aparatos celulares que son utilizados en un delito grave, como secuestro, extorsión, y delincuencia organizada relacionada con delitos contra la salud, no interviene las conversaciones, solamente detecta la ubicación por calles o avenidas del teléfono en cuestión.

En tanto que un proceso de intervención telefónica requiere de autorización judicial, se supervisa que no se violen derechos humanos de los involucrados, y se establece un tiempo determinado para la escucha.

El pasado 16 de enero, el pleno de la SCJN validó que la PGR, las procuradurías estatales y los servidores públicos soliciten por simple oficio o medios electrónicos a los concesionarios, la geolocalización en tiempo real de teléfonos celulares involucrados en la investigación de delitos graves.

Cinco ministros votaron en favor de considerar que las reformas al Código Federal de Procedimientos Penales y de la Ley Federal de Telecomunicaciones no violan el derecho a la intimidad y, por tanto, no se requiere que el Ministerio Público solicite autorización judicial para localizar teléfonos celulares.

Los funcionarios consultados señalaron que una de las primeras acciones que se realizaron desde la PGR, para geolocalizar celulares, estuvo relacionada con las declaraciones y el teléfono móvil de Manuel Hoo Ramírez, lo que permitió ubicar a El Chapo Guzmán en Mazatlán, Sinaloa, en febrero pasado.

En tanto que los asuntos más recientes fueron la localización y abatimiento de Erique Plancarte Solís, que se había ocultado en Querétaro, y el rescate de Isabel Granier Melo.