Jueves 3 de abril de 2014, p. 27
Ann Arbor. Para impulsar su agenda económica en un año electoral, el presidente Barack Obama acudió a Michigan con el fin de elogiar el esfuerzo estatal en pro de elevar el salario mínimo, y para acusar a los republicanos que se oponen a esa medida en el estado y a nivel nacional de interponerse en la prosperidad de millones de estadunidenses. Un Obama optimista usó un tono distintivamente partidista en la Universidad de Michigan, un día después de que su gobierno recibió la buena noticia de que su ley de servicios de salud superó las expectativas para su primer año de inscripción. Obama hizo bromas sobre sus adversarios republicanos al pregonar su plan para elevar el salario mínimo federal a 10.10 dólares la hora. Tienen una opción. Pueden darle a Estados Unidos un azote o pueden darle un aumento
, dijo el mandatario.