Santiago, 1º de abril.

La Unión Demócrata Independiente (UDI) de Chile diseñó un plan que prevé sacar a la calle a universitarios de planteles privados, en un esquema que organizaría protestas similares a las de Venezuela. La conspiración fue revelada por la diputada de ese partido María José Hoffman durante una conferencia de prensa sobre la reforma educativa.

Sus colegas guardaron silencio, ante lo cual la parlamentaria no insistió en el tema, lo que fue interpretado por algunos como que Hoffman habló de más.

La campaña se puso en evidencia en otro aspecto cuando el presidente de la UDI, Patricio Melero –quien fue alcalde durante la dictadura de Augusto Pinochet–, expresó sus temores porque en el nuevo Congreso hay ex dirigentes estudiantiles como Camila Vallejo o Gabriel Boric, y criticó al gobierno de la presidenta Michelle Bachelet y sus reformas.

Melero afirmó: esos jóvenes parlamentarios de extrema izquierda que llegaron al Congreso quieren resucitar las viejas consignas que quedaron sepultadas bajo los escombros del Muro de Berlín.

El presidente de la UDI llamó a enfrentar los planes del gobierno de la Nueva Mayoría que desea emprender una reforma tributaria, presentada este lunes, y la reforma educativa, a la cual se destinará el incremento en la recaudación de impuestos.

Somos, en gran medida, producto de la historia de los últimos 50 años, de una historia que en sus peores expresiones creímos superada y que, sin embargo, desde el 11 de marzo ha vuelto a asomarse en Chile, continuó Melero: hay un gobierno que en cada declaración, en cada anuncio, nos obliga a tener más presente que nunca que la libertad está siempre en riesgo y que las expresiones ideologizadas de un socialismo aparentemente renovado siguen siendo una amenaza plenamente vigente.

Melero habló en una cena de su partido. A esa hora, Michelle Bachelet explicaba en un mensaje por radio y televisión que el proyecto de reforma tributaria busca que “los que más tienen aporten proporcionalmente más.

La reforma tributaria es una medida necesaria y muy importante, explicó la mandataria, al afirmar que es un instrumento para tener una sociedad cohesionada, democrática y justa con equidad tributaria y en solidaridad social.

La mandataria insistió en que la reforma fiscal no afectará a las pequeñas empresas por el contrario, ha sido diseñada con profesionalismo por los mejores expertos que tiene Chile. Agregó que también se tomaron en cuenta ejemplos de reformas en otros países.

A su vez, el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, detalló que la reforma tributaria busca recaudar un 3 por ciento del PIB, es decir, cerca de 8 mil 200 millones de dólares. Aseguró que este proyecto agregará valor a nuestra economía, al menos en tres dimensiones: en la de crecimiento económico, en la del área social y en la fiscal.

Entre los puntos del proyecto Arenas destacó los cambios al impuesto a la renta, cuya tributación en la actualidad es baja si las comparamos tanto con la región, como con países desarrollados. Además, habló de franquicias tributarias mal diseñadas y una estructura de incentivos inadecuada y obsoleta.

En tanto, Camila Vallejo escandalizó a la derecha al no permanecer de pie en un homenaje al senador Jaime Guzmán, ideólogo de la dictadura pinochetista y creador del sistema electoral binominal. Guzmán fue baleado en el campus Oriente de la Universidad Católica en Santiago hace 23 años.