Una fuga de agua permitió la detección de una caverna de ocho metros de profundidad y 200 metros de longitud debajo de la colonia Jalalpa, en Álvaro Obregón, informó el jefe delegacional, Leonel Luna, quien rechazó exista un riesgo para los habitantes de las 25 viviendas que están encima de ella.

Durante un recorrido por la mina, que fue explotada de manera clandestina en la década de los 50 para extraer arena, se observaron grandes pedazos de roca saliente y paredes que se desmoronan con facilidad, por lo que, anunció, se procederá a rellenarla para evitar grietas o hundimientos.

El encape o estrato que separa la superficie de la oquedad resulta estable en este momento, por lo cual no se prevé ningún riesgo para las 200 familias que habitan en la calle de Hermenegildo Galeana, quienes expresaron su temor de que el hoyo se lleve nuestras casas y las autoridades nos engañen.

María Guadalupe Rojas, Margarita Yáñez, Laura Carmona, Juan Manuel Landín y Silvia Carmona explicaron que desde octubre pasado, la gente de la delegación vino a atender una fuga de agua y después vieron que se trataba de una mina gigantesca.

Dicha problemática, fue identificada a través de un escaneo del territorio de la delegación, pues había antecedentes de años previos, pero no se había generado el esquema de monitoreo correspondiente y hace seis meses realizamos los estudios de geofísica, encontrándonos con una mina de 2 mil metros cúbicos, equivalente a una alberca olímpica, señaló el funcionario.

En la demarcación existen 36 colonias levantadas sobre de minas, donde habitan 150 mil personas, por lo que se requerirían 7 mil millones de pesos para atender las 15 minas detectadas -cinco de las cuales están en estudio-, reubicar a personas en riesgo que viven en barrancas o que construyeron sus casas sobre cascajo, pero no hemos tenido respuesta de las autoridades federales desde hace dos administraciones.

Mencionó que la regeneración de esta mina requerirá una inversión de 2 millones de pesos y entre 4 o 5 meses de trabajo, tiempo en el que se llevarán a cabo trabajos de relleno de costales con tepetate, cemento líquido y bentonita, pero reiteramos, la gente no corre riesgo, aunque estamos en contacto permanente con especialistas de la UNAM y mantenemos un monitoreo permanente.