Sé cómo traducirlo al inglés
Domingo 30 de marzo de 2014, p. 7
No existe poeta en el mundo de la estatura de Octavio Paz, con su rango de intereses y preocupaciones, con esa habilidad que tenía para hablar de los asuntos políticos e intelectuales del momento. No puedo pensar en su equivalente
. Son palabras de Eliot Weinberger (Nueva York, 1949), quien ha dedicado buena parte de su trabajo a traducir la obra poética del Nobel de Literatura mexicano.
Además de traducir a Paz al inglés también lo ha hecho con la obra de Vicente Huidobro, Xavier Villaurrutia y Bei Dao. “Traduje Altazor de Huidobro tres veces. Cada poeta tiene diferentes problemas para ser traducidos. Es difícil decir si hacerlo con Paz fue difícil, porque lo he hecho toda mi vida, así que es un poco como un actor que interpreta a Hamlet: después de muchos años tiene la interpretación muy interiorizada.
Tengo la voz de Paz en inglés y sé exactamente cómo traducirlo, porque es una cuestión de empatía. Hay poetas que amo, aunque no me siento capaz de traducirlos. Es muy difícil, por ejemplo, traduje a Villaurrutia e intenté con Gorostiza, pero no pude
.
Weinberger es uno de los invitados extranjeros a las actividades para conmemorar el centenario del nacimiento de Octavio Paz. Participará el 31 de marzo en Retrato Coral de Octavio Paz, reunión de intelectuales, poetas, diplomáticos, editores, artistas, escritores y críticos nacionales e internacionales que se realizará en el Palacio de Bellas Artes, a partir de las 19 horas.
La relación de Weinberger con Paz se inició por la lectura de un poema. A la edad de 13 años, Weinberger quería ser arqueólogo en Mesoamérica. “Estaba leyendo muchos libros acerca de los mayas y aztecas, y por accidente descubrí una traducción del poema Piedra de Sol, publicado en Estados Unidos. Nunca había leído poesía antes, por supuesto leer esto cambió por completo mi mente: me di cuenta de que todas esas cosas que me interesaban cabían en la poesía y la literatura.
“Piedra de Sol es uno de los grandes poemas del mundo. A la vez estaba un poco obsesionado con la guerra civil española y tenía todo en un solo poema. Ese fue el momento en el que decidí que quería ser escritor”, dice en entrevista el autor de Invenciones de papel, Algo elemental y Rastros kármicos, además de artículos políticos en castellano en los libros Lo que oí sobre Irak y Cartas de Nueva York.
Ya en la secundaria traducía a poetas como García Lorca, Neruda y Vallejo, además de a Paz, para encontrar la forma de escribir poesía. Un amigo vino a México y a su regreso le llevó Blanco, de Paz, libro que recién se había publicado. “Dije, con la arrogancia de un adolescente de 18 años: ‘¡Ah, voy a traducir esto!, es un nuevo poema de Octavio’. Lo traduje y conocí a alguien que tenía contacto con el poeta; le pedí que le diera mi traducción. A Paz le gustó mucho y me pidió que tradujera Águila o Sol, y no conocía mi edad”.
Octavio Paz no sabía que Weinberger tenía 18 años. “Cuando nos conocimos creo que estaba un poco en shock, porque yo era medio hippie. Pero el poeta siempre creyó en la juventud y sé que su traductor al francés Jean-Claude Masson también comenzó muy joven. Por ejemplo, en la época que hizo Vuelta lo normal era que las revistas editadas por hombres mayores tuvieran a sus contemporáneos como colaboradores, pero Vuelta estaba llena de gente joven, les dio una oportunidad tremenda y parte del éxito de esa revista fue el entusiasmo generado por ellos.
Me parece que Paz se ha vuelto tal monumento en México que probablemente por eso es difícil para los jóvenes leer su poesía y apreciarla sin el mito que lo rodea. Obviamente, la juventud siempre rechaza a los padres, así que creo que es tal vez lo que ocurre en México y puede que tome otra generación para que su poesía sea reconocida de nuevo. A Paz se le lee en la escuela, no por gusto; ese es el problema
.
–¿Cuál sería el aspecto más desconocido del escritor?
–El problema con él es que su trabajo es oceánico, es increíblemente vasto; creo que el único equivalente es Ezra Pound, quien sabía sobre muchos temas. Neruda es oceánico, en términos de poesía, pero más en las cosas del mundo y no en las ideas, y Octavio sí.
“Hay gente interesada en un pequeño aspecto de Paz: los escritos políticos, sobre Asia, Sor Juana, sobre los escritores mexicanos, y es muy difícil ponerlo todo en una sola persona. Lo más malentendido es la política, porque se le considera de derecha, algo increíble, porque en cualquier tema estaba del lado de la izquierda, de lo social.
Ese el aspecto menos entendido del Nobel, y quizás esto influye en el poco interés de la juventud. El problema también está en que la izquierda sólo se critica a sí misma. Octavio, por supuesto, estaba más enojado con la estupidez de la izquierda que con la de la derecha
.