Ex diputados federales del PRI en la 53 Legislatura (1985-1988), de la cual formó parte Luis Donaldo Colosio, conmemoraron al político sonorense en el 20 aniversario de su asesinato. El ex presidente de la desaparecida gran comisión, Eliseo Mendoza Berrueto, recordó que la campaña presidencial de 1994 estuvo sometida a presiones de personajes que apostaron por el fracaso.

Al hablar del extinto candidato, el ex legislador coahuilense dijo: ‘‘Luis Donaldo, no fue tu campaña una jornada contundentemente exitosa. Hubo hechos y personajes que con su actitud enrarecieron el ambiente, desconcertaron a los de adentro y sembraron la incertidumbre que te acompañaría hasta el último día’’.

Con ello, el ex gobernador de Coahuila recordó esa etapa en la que desde el propio PRI se habló de una eventual sustitución de Colosio, y la comida convocada por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, en Los Pinos, donde dijo a la clase política priísta: ‘‘No se hagan bolas, el candidato es Luis Donaldo’’.

Por otra parte, este domingo unas 50 personas se congregaron en el busto a Colosio, en Paseo de la Reforma y Anatole France, en Polanco. Entre los asistentes había media docena de ex diputados federales en la 53 Legislatura, en la que Colosio Murrieta fue presidente de la Comisión de Presupuesto. Ahí, Mendoza Berrueto recordó que, como titular de esa instancia camaral, la tarea del sonorense fue coordinarse con Salinas, en ese momento secretario de Programación y Presupuesto en el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado.

Sin mencionarlo por su nombre o apellido, dijo que Salinas llevó a Colosio ‘‘de la mano en su insólita carrera política. Pasado el tiempo, sería él quien movería el fiel de la balanza para que el partido lo postulara candidato a la Presidencia’’.

Refirió que semanas antes del asesinato, acompañó a Luis Donaldo Colosio en una gira por Coahuila. En el recorrido de Saltillo a San Pedro de las Colonias, contó, lo vio ‘‘callado y triste’’. Agregó: ‘‘Jamás me imaginé verte tan ausente, tan lejano y desolado. ¿Qué había pasado? ¿Quién te había abandonado? ¿Qué cosa provocó aquel lamentable estado de ánimo o es qué presentías la tragedia?’’

También pidió ‘‘perdón’’ porque quienes fueron sus compañeros de legislatura no se convirtieron ‘‘en guardianes de sus convicciones, en los apóstoles de su credo político’’, pero acotó: ‘‘Sin embargo, no te hemos traicionado, porque cada quien, con armas o sin ellas, hemos dado la batalla. Como tú, tampoco hemos visto los cambios que airadamente reclamabas. Pero aún hay esperanzas’’.

A su vez, el autodenominado Partido Republicano Colosista colgó junto al busto del ex candidato presidencial asesinado una manta en la que se leía: ‘‘Salinas, Zedillo y Camacho, responsables del asesinato’’.