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Exposición que proviene de la colección permanente del Museo de Louvre, en París

Keramiká traslada a las deidades de la antigua Grecia al MNA

Ha recibido a más de 100 mil visitantes en menos de dos meses

Es el punto de partida de los festejos por el 75 aniversario del recinto mexicano

Cuenta con sala lúdica y audiovisual, y recorridos teatralizados

Es única: aborda la religiosidad y su expresión en lo público y lo privado

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Está permitido que los visitantes tomen fotografías, auque sin flash, para mantener en óptimas condiciones el resguardo de las obrasFoto Francisco Olvera
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Las cédulas explican el origen y significado de cada pieza, que para ser apreciadas se deben observar por arriba y por abajoFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Lunes 24 de marzo de 2014, p. 8

Los dioses reciben al visitante. Están en una asamblea en el Olimpo: Zeus, Apolo, Hera, Hermes, Poseidón, Atenea y Hades, acompañado de su esposa Perséfone. Están todos representados en un stamnos, un vaso para mezclar vino y agua que fue creado en cerámica en el año 470 aC, en Atenas, y forma parte de las 94 piezas que se exhiben en la muestra Keramiká, materia divina de la antigua Grecia, montada en la sala de exposiciones temporales del Museo Nacional de Antropología. Todas pertenecen a la colección permanente del Museo de Louvre.

La muestra ha recibido a más de 100 mil visitantes en menos de dos meses, lo que revela el interés que despierta el arte y la cultura griega entre el público.

Una de las actividades que han llamado mucho la atención es la visita teatralizada en la que se recorre la exposición en compañía de Hermes, el mensajero de los dioses, los sábados a las 12 horas, y la representación del Juicio a Sócrates, en la que el público forma parte de la asamblea que presenció la defensa que el filósofo griego hizo de sí mismo en su juicio por impiedad, los domingos a las 12 horas.

Crátera: vaso de boca ancha para mezclar vino y agua en los banquetes

Son pocas, muy pocas, las exhibiciones que logran exaltar la imaginación, que consiguen que el espectador complete el rompecabezas de la historia que cuenta cada vasija. Las lecturas son múltiples: por allá un vaso que representa en sus colores y formas el rito funerario, allá un trofeo de que en su época fue llenado de aceite proveniente de los olivares para festejar a un lanzador de disco.

Anfora: vaso con dos asas para almacenar y transportar líquidos

Historias que se leen también desde los materiales y los colores. Cédulas que explican el origen y el significado de cada una. Prohibido mirarlas desde un solo lado: hay que rodearlas, observarlas por arriba y por abajo. Imaginarlas entre las manos ya conteniendo vino, aceite, agua, ungüentos o joyas. Así es posible verlas sobre una mesa antes de un banquete o en una recámara, a la espera de que alguien las utilizara.

Otra historia que cuentan esas cerámicas es la del arte: cómo se pasó de representaciones geométricas y abstractas a la manifestación realista de la figura humana. Una más: las técnicas empleadas en la elaboración de las piezas, o el porqué algunas tienen el color rojo y otras negro.

Lagynos: vaso para perfume

Lo que sí está permitido en esta exposición, que es además la primera ocasión en la que el Louvre deja ver sus tesoros en el recinto proyectado por Pedro Ramírez Vázquez, es tomar fotografías con la restricción del flash. Cada flashazo representa una exposición a un foco incandescente durante 48 horas y eso no es bueno para la conservación de las piezas, la más antigua de las cuales fue moldeada y pintada entre 700 y 725 antes de nuestra era.

Para ellas, la sala de exposiciones temporales se encuentra con una temperatura de 22 grados centígrados, pero lo verdaderamente importante es la humedad relativa máxima, que debe mantenerse entre 50 y 55 por ciento.

No flashazos, control de humedad y temperatura, pero además, en la iluminación debe usarse sistema led. Este tipo de luz no causa calor y no impacta en el color de las piezas. Los datos fueron proporcionados por José Enrique Ortiz Lanz, coordinador nacional de Museos y Exposiciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que encabeza Teresa Franco.

Este año, el INAH conmemora su 75 aniversario, y Keramiká es el punto de partida de los festejos. En unos días, la funcionaria dará a conocer el programa del aniversario y habrá muchas sorpresas, a decir de Ortiz Lanz. Sorpresas muy positivas y muy mexicanas, esas son las palabras que utilizó durante el recorrido por la exposición que realizó con La Jornada.

Pelike: vaso panzudo con dos asas para guardar vino o aceite

Keramiká es una exposición única en muchos sentidos, dice Ortiz Lanz, sentado en una de las banquitas laterales que fueron colocadas con tino para que los visitantes puedan tener una visión de 180 grados de la sala.

“Es única, porque es la primera que aborda el tema de la religiosidad y cómo se manifiesta en la esfera pública y privada. Es interesante también el paralelismo que existe entre el mundo antiguo y el mundo mesoamericano como culturas politeístas y animistas, entonces la religiosidad se manifiesta en algunos sentidos de modos muy semejantes. Por ejemplo: en las contrapartes el mundo de lo masculino y lo femenino que siempre equilibran el universo.

“La humanización de las deidades es otra característica que se puede ver: son dioses que tienen pasiones, celos, sufren, se acongojan, aman, odian. Es un universo muy humano y que en nuestra tradición, bueno, realmente como visualizamos es que realmente los mexicanos estamos conformados por dos grandes tradiciones: la mesoamericana y la occidental, y dentro de la occidental hay también dos grandes veneros que son la tradición grecolatina y la judeocristiana. Nuestra parte judeocristiana nos hace pensar que los dioses tienen que ser absolutamente buenos y su contraparte no es para nada buena.

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Entre las 94 piezas de las que consta la exposición, cuatro son esculturas elaboradas en mármol, como la de la imagenFoto Francisco Olvera

Aquí vemos este lado mucho más humano de dioses que son en momentos muy buenos y en momentos muy malos, al igual que en el mundo mesoamericano, como es la naturaleza; tampoco hay que pensar que es coincidencia, realmente estamos ante hechos en que las civilizaciones agrícolas observaron la naturaleza, y la naturaleza puede ser muy amable o muy cruel; hay un punto interesante de paralelismos, de convergencias.

Fiale: vaso para libación

Este tipo de exposiciones internacionales se realizan casi siempre en un esquema de reciprocidad. Un museo presta parte de sus obras y su contraparte mexicana hace un intercambio. Sin embargo, hasta el momento no se ha definido la muestra que México llevará al otro lado del océano. Lo que sí se anunció ya es que Keramiká será trasladada al Centro Cultural Santo Domingo, en Oaxaca.

Oinochoe: vaso utilizado en los banquetes para servir vino

Las 94 piezas, entre ellas cuatro esculturas en mármol, fueron seleccionadas por los curadores del Louvre. La exposición se montó en un tiempo récord de cuatro meses. Otro aspecto que hace única a la exposición es que no es lo que pensamos del mundo grecorromano, sino lo que ellos pensaban de sí mismos, lo que quisieron transmitir y de lo que quisieron dejar testimonio.

Lekito: vaso que contenía aceite perfumado para el baño, también tuvo usos funerarios

La muestra presenta también otras innovaciones, además de permitir la libre toma de fotografías: cuenta con una sala lúdica donde el visitante puede tirarse de espaldas en unos silloncitos muy cómodos para ver pasar en el techo el árbol genealógico de los dioses, o tomar letras griegas imantadas y colocarlas en un muro para formar palabras, o sacar de una caja coronas de olivos, una lanza para convertirse en uno de los dioses o diosas, o sentarse a leer alguno de los libros que ahí se encuentran. En esa sala lúdica también se encuentra un mapa en sistema Braille.

Olpe: Vaso para servir el vino, como el Oinochoe, aunque de forma alargada

Hay también tres salas audiovisuales y una instructiva donde se puede tocar pantallas o ver en tercera dimensión el proceso de elaboración de una de estas piezas. Tecnología de punta que dejó sorprendidos a los funcionarios extranjeros, lo mismo que la calidad de la museografía nacional.

Stamnos: vaso de uso cotidiano para mezclar agua y vino

Un dato interesante, apunta Ortiz Lanz, “es que estamos hablando del mundo grecorromano a través de un museo francés. Comentábamos con la embajadora de Grecia, quien es arqueóloga, que esto es muy interesante, porque en el mundo romano coleccionó las vasijas griegas, muchas de ellas se llevaron a Italia, la gran mayoría de estas piezas, a pesar de que son casi un 60 o 70 por ciento de producción en que ahora es territorio griego. Fueron encontradas en el sur de Italia, en lo que se llamó la Magna Grecia, que realmente era un Estado griego dentro del territorio que ahora es parte de Italia. Esta colección se compró a principios del siglo XIX por el Louvre a un gran coleccionista, el Conde Campana, que tenía cerca de 10 mil objetos en Italia, y por eso poseen uno de los lotes más importantes de cerámica griega en Francia.

Lékanis: vaso de tocador que contenía ungüento o joyas

Realmente creo que es una exposición muy interesante. Es una especie de joya pequeña que hay que ver con mucho cuidado y con mucho tiempo para valorarla y apreciarla. No es una exhibición inmediata. Creo que es muy disfrutable y hay que recorrerla en cada objeto y entender todas estas historias y la complejidad del pensamiento politeísta y animista.

Exaleiptron: vaso de tocador que contenía ungüento o joyas

Keramiká acerca también a los visitantes a los nombres de cada pieza. Es un tema difícil saber que es un stamnos o un inochoe, en cada cédula abajo van a encontrar la explicación del uso de la vasija. Y por supuesto de lo que significa lo que ahí está representado.

Hidria: vaso con tres asas de uso cotidiano para contener y transportar agua

De la inversión que se ha realizado para esta exposición ni hablar. “Es un tema que también queremos cambiar. Uno de los ‘errores’ que hemos aplicado en la valoración de una exposición es pensar que en el momento de la inauguración hay un corte de caja. Las exposiciones siguen costando: hay que mantenerlas y la tecnología también tiene un costo de mantenimiento. Preferiria que ese tema lo dejáramos para el final”.

Es decir, el costo se sabrá un vez que concluya, el próximo 27 de abril.

Lydion: vaso para perfume

Para completar la visita, puede visitarse el micrositio keramika.