Caracas, 20 de marzo.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, proclamó hoy que no aceptará más hechos de violencia en el país y advirtió: alcalde que se equivoque tendrá que enfrentar la ley, en medio de una ofensiva judicial que incluyó las detenciones la noche del miércoles de un alcalde de Táchira y otro de Carabobo por desacato a la justicia para prevenir desórdenes públicos durante las protestas opositoras.

Daniel Ceballos, alcalde de San Cristóbal (Táchira, oeste), y Vicencio Scarano, alcalde de San Diego (Carabobo, norte), fueron trasladados a la prisión militar de Ramo Verde, en las afueras de Caracas. En ese penal se encuentra recluido desde hace un mes el dirigente opositor Leopoldo López por incitar a la violencia.

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) condenó a Scarano a 10 meses y 15 días de prisión y lo destituyó de su cargo de alcalde, para el que fue relecto el 8 de diciembre. El ministro del Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, explicó que esto se debió a la falta de acciones de los funcionarios para evitar los bloqueos de calles y otros desórdenes durante las protestas.

Indicó que también fue aprehendido por desacato el jefe de la policía de San Diego, Salvatore Lucchese, y que las medidas se tomaron de acuerdo con el estado de derecho, el debido proceso y garantizando sus derechos humanos. Aclaró que las detenciones de los alcaldes de extrema derecha provienen de recursos de amparo de organizaciones privadas y públicas ante la Sala Constitucional del TSJ.

La policía de San Diego, Carabobo, será intervenida en las próximas horas, informó en otra declaración el presidente Maduro.

Rodríguez dijo que en el caso de Scarano 14 organizaciones interpusieron recursos y en el de Ceballos se presentaron más de siete denuncias de ciudadanos que alegaron que los funcionarios omitieron las acciones tendientes a prevenir desórdenes públicos, lo que generó la patente para que personas violentas levantaran barricadas y atentaran contra el derecho de libre tránsito.

En tanto, el Consejo Nacional Electoral informó que se realizarán nuevos comicios en el municipio de San Diego ante la detención y destitución del alcalde.

Maduro aseveró que no le va a temblar la mano para hacer pagar a cualquier alcalde que desacate la ley y apoye la violencia del país que desde el 12 de febrero ha provocado 31 muertos y 461 heridos, de acuerdo con el último reporte de la Fiscalía general. Aquí nadie se crea, desde ninguna posición, que está por encima de las leyes. Se creían los intocables, agregó el mandatario.

Tras reprochar que esos alcaldes se negaron a asistir a las reuniones de diálogo que ha convocado en busca de acuerdos para la estabilización del país, advirtió al alcalde caraqueño de Chacao, Ramón Muchacho, que podría acompañar en la cárcel a los otros dos jefes municipales al acusarlo de permitir y apoyar las manifestaciones antigubernamentales.

El mandatario presentó videos de asambleas de Ramón Muchacho con vecinos de la zona, donde les decía que la lucha de las protestas es para presionar para un cambio de rumbo o para que se vaya el gobierno... En este municipio se ha cuidado de que actúen los grupos paramilitares y el de los cuerpos de seguridad sabe que lo que hace aquí lo ve todo el mundo.

Las estrategias para seguir derrotando las pretensiones golpistas van a continuar, apuntó Maduro, y asentó que nada ni nadie va a vulnerar la voluntad de la justicia del Estado y la sociedad venezolana. De nuestra fuerza armada no saldrá nunca un Pinochet; está negado por la historia de la moral, la ideología y los valores de nuestra fuerza armada, sostuvo en una reunión con gobernadores y alcaldes, al aludir a la dictadura del fallecido general chileno Augusto Pinochet (1973-1990).

El alcalde Muchacho envió un tuit en el que expresó su solidaridad con Vicencio Scarano ante lo que calificó de indescriptible agresión.

El líder opositor y gobernador de Miranda, Henrique Capriles, al condenar los arrestos de Ceballos y Scarano afirmó que el presidente Maduro le echó gasolina a la candela y sostuvo que sólo él será responsable de lo que suceda en el país.

Tras conocerse las detenciones, estudiantes llamaron a una manifestación para este jueves en Caracas, a la que asistieron unas 3 mil personas, en su mayoría jóvenes, y que derivó en algunos enfrentamientos entre fuerzas del orden y radicales luego de tres días sin choques callejeros en la capital del país. La policía dispersó a los manifestantes con gas lacrimógeno y carros lanza agua.

Los enfrentamientos se desataron luego de que un grupo de manifestantes intentó bloquear una transitada autopista del municipio opositor de Baruta, que impidió la fuerza antimotines.

En San Diego cientos de simpatizantes de Scarano permanecieron hasta la madrugada reunidos en plazas públicas, y este jueves realizaron algunos bloqueos callejeros.

La ofensiva judicial contra opositores radicales, que se han negado a dialogar con el gobierno, también tiene en la mira a la diputada María Corina Machado, otra promotora de la salida de Maduro. El martes fue acusada por la mayoría chavista en la Asamblea Nacional de instigación a delinquir, traición a la patria, terrorismo y homicidio en las protestas.

Estados Unidos expresó su profunda preocupación por la detención de los dos alcaldes opositores y llamó a las autoridades de Caracas a su liberación inmediata. La vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki, dijo que esas personas han sido encarceladas injustamente, por lo que instó al gobierno de Maduro a no criminalizar las opiniones disidentes e iniciar un diálogo incluyente.

En La Paz, el presidente boliviano, Evo Morales, pidió a cinco congresistas estadunidenses que el gobierno de Barack Obama respete la democracia y el gobierno de Nicolás Maduro. Durante una reunión de dos horas con los legisladores para analizar la agenda bilateral y la situación de Venezuela, abogó por el respeto de todas las posiciones políticas en América Latina y el Caribe.

Morales acusó a Washington de conspirar contra gobiernos antimperialistas de la región y de querer intervenir en Venezuela por su petróleo. Eso ocurrió con Libia, puntualizó.