Jugué todos los partidos de la fase de clasificación, recordó
El portero del Ajaccio confía en ser elegido para la Copa de Brasil
Viernes 21 de marzo de 2014, p. a14
Aunque ya han pasado cuatro años, Guillermo Ochoa reveló que aún le duele haber estado en la banca en Sudáfrica 2010: Jugué todos los partidos de la fase de clasificación con Javier Aguirre y cuando llegó el Mundial pensaba ser titular. No esperaba ser suplente. Todavía desconozco las razones y no he pedido explicaciones. Pero eso me dejó huella
.
El portero del Ajaccio de Francia espera que en su tercera incursión mundialista, en Brasil 2014, pueda ser el número uno luego de dos copas inactivo. Lamentó que el Vasco haya preferido al veterano Óscar Conejo Pérez, a pesar de que Memo había sido titular casi toda la eliminatoria.
Sin embargo, aclaró que todavía debe ser uno de los tres elegidos, entre cuatro candidatos, por lo que dijo mantenerse en calma, tratando de tener un buen rendimiento en la liga francesa.
En entrevista con el diario Le Parisien, se mostró orgulloso de ser mexicano y de ser el primer portero nacional en el viejo continente.
Amo mi país a muerte y siempre hablo bien de él. Tenemos la mejor comida, las playas más hermosas... Soy el primer portero tricolor que ha llegado a Europa y soy una especie de embajador para que se confíe en los arqueros de México
, señaló.
El jugador de 28 años, quien suma 55 partidos internacionales, reveló su entusiasmo por vestir la camiseta del Tri en Brasil: La tomo y la miro. Veo el escudo que pocos jugadores pueden tocar y la bandera mexicana. Entonces me digo que es una camisa, pero detrás hay muchos sueños
.
Admitió que la pasión por el balompié en el país va más allá de la cancha: La playera de México es muy pesada porque hay todo un pueblo que tiene sus esperanzas puestas en ti. En mi país el futbol es casi una religión. Hay presión, historia y ambición
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Ochoa habló también de su experiencia la primera vez que se puso el uniforme nacional: Pasé toda mi carrera con la camiseta del América. La primera vez que cambié fue para jugar en la selección. No fue fácil, estaba acostumbrado a ver a mis compañeros de azul o de amarillo y ahora eran verdes. Esto me chocó un poco
, dijo, y consideró que ser seleccionado es como un postre, como aquello que amas por encima de todo y esperas impacientemente
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