La Cámara de Diputados conmemoró ayer el centenario de Octavio Paz (1914-1998), con una sesión solemne en la que el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, leyó un mensaje en nombre de la viuda del poeta, Marie Jo Paz.

El funcionario expresó que el Premio Nobel de Literatura mexicano apostó por la pluralidad y el contrapunto y esa decisión le costó que los poderes lo miraran con recelo; que no supieran qué hacer con sus disensos y su defensa de la libertad. Hoy se le honra en la Cámara de Diputados y el círculo se cierra. Su voz puede sonar aquí y allá como la del individuo libre y valiente que siempre fue. Hoy se le desagravia.

La Cámara entregó un reconocimiento a Marie Jo Paz; la Lotería Nacional presentó un billete alusivo y el Servicio Postal Mexicano canceló un timbre, que muestra la imagen de Paz captada por el fotógrafo Rafael Donis.

Lapsus de legisladores

Como parte de la sesión solemne, la fracción de Nueva Alianza invitó a la banda sinfónica Hermanos Sánchez, para interpretar el Himno Nacional Mexicano.

Los diputados cantaron la primera y la segunda estrofas, pero cuando la banda continuó con la tercera, los legisladores se quedaron en silencio. Sólo unos cuantos, incluido el presidente de la Mesa Directiva, José González Morfín siguieron con la letra, en un momento incómodo ante los invitados especiales de India, donde Paz fue embajador, y de la representante de Francia en México, Elizabeth Jacqueline Paule Delegue. Otros legisladores sólo gesticulaban.

Tovar y de Teresa agradeció la confianza y la generosidad de Marie Jo Paz al permitirle leer el texto que ella preparó con motivo del centenario de Paz, sin duda alguna el más universal de los mexicanos.

En el mensaje, se resaltó que uno de los conceptos más caros del poeta fue el de la pluralidad; el del concierto de voces y correspondencias que constituyen nuestro mundo.

No una idea única y central, sino una diversidad armónica. No una verdad, sino varias versiones de la realidad. No un monólogo, sino una conversación, mencionó.

Agradeció el reconocimiento e invitó a seguir su ejemplo de respeto y amor por las ideas y los ideales; de concebir la crítica como una forma de la honestidad, de no uniformarse porque sí, de reconocer en el debate libre, uno de los instrumentos mayores de las democracias por un concierto de voces e ideas y no una Babel de monólogos simultáneos.

En nombre de la Cámara, González Morfín refirió que Paz nació en el México de la Revolución, de los ferrocarriles y del telégrafo; del campo, del fusil y las cartucheras y que, como protagonista intelectual de la transformación del país en el siglo pasado, se convirtió en un verdadero líder de opinión.

“Fue un comentarista reflexivo de la realidad nacional, quien nunca escatimó el desdén de su pluma por los excesos del poder ni por los abusos de quienes se ostentaban como dueños de la verdad, fuera política o intelectual, y desde luego, lo recordamos como un pensador de verdadera raigambre liberal que siempre rechazó el dogma y a cualquier tipo de autoritarismo ideológico o político.

Paz fue una voz que se levantó para defender los derechos de las personas; fue un verdadero pensador humanista, definió.

En su centenario, expuso Tovar, no debe ser recordado sólo como el poeta y el Nobel, pensador y escritor, sino como un verdadero defensor intelectual de la democracia y de la libertad.

Además fue, dijo, un faro de pensamiento liberal que brilló muchas veces en solitario, cuando muchos de sus contemporáneos parecían defender el autoritarismo en nombre de la justicia.