Sus padres ya la identificaron, dice; autoridades mexicanas deben muchas explicaciones
Entró al país con nombre y edad falsos
Investigan posible trata de personas e irregularidades en el proceso; debió ser canalizada a Migración
La necropsia descarta violencia y abuso sexual
Jueves 20 de marzo de 2014, p. 30
Chihuahua, Chih., 19 de marzo.
Una niña ecuatoriana hizo un largo recorrido en manos de traficantes de indocumentados o tratantes de blancas para llegar a Ciudad Juárez, donde fue detectada por la Procuraduría General de la República (PGR) e internada en un albergue, donde presuntamente se suicidó el 11 de marzo.
A sus ocho años de edad, según las autoridades de México, o 12, de acuerdo con la embajada de Ecuador, que hoy la identificó como nacida en ese país, llegó a Ciudad Juárez el 4 de marzo y el 8 fue interceptada cuando un presunto pollero intentaba cruzar con la niña a Estados Unidos, supuestamente para llevarla a Nueva York, con sus padres.
La pequeña, se dijo oficialmente, era originaria de Durango y su abuela habría pactado con el traficante su traslado y entrega a los padres.
Domingo Fermas Uves, quien tenía a la menor en su poder, fue consignado por el Ministerio Público Federal y puesto en libertad por un juez de distrito. A la niña se le condujo al albergue Villa Esperanza del sistema estatal para el Desarrollo Integral de la Familia, donde permaneció dos días y medio asustada, deprimida y llorando constantemente, hasta que apareció muerta en el baño, colgada del cortinero, según el reporte forense de la Fiscalía General de Chihuahua.
Horas antes de su muerte, la niña había sido interrogada en el albergue por María del Socorro Graciano, encargada de la séptima agencia del Ministerio Público Federal, según informó a medios locales Alicia Soria Espino, médica del refugio, quien brindó atención a la pequeña cuando fue descolgada.
Relató que tras esa entrevista la menor no dejó de llorar, rehusó comer y participar en actividades con los demás internos. Trascendió que incluso pidió a la encargada del albergue que la llevara a su casa porque tenía miedo.
Arturo Sandoval, vocero de la fiscalía en la zona norte, informó que la necropsia descartó que la niña hubiera sido víctima de violencia o abuso sexual mientras estuvo en manos de los traficantes y en el albergue.
Dijo que la fiscalía investigará la muerte de la menor y coadyuvará en las pesquisas de la PGR para determinar cómo llegó a Ciudad Juárez, qué hacía con de Domingo Fermas Uves y a dónde iba.
Las dos líneas de investigación que siguen la PGR y la Fiscalía General del Estado son tráfico de indocumentados y trata de personas. César Augusto Peniche Espejel, delegado de la PGR en Chihuahua, indicó que se abrió una segunda investigación sobre la actuación del personal de la dependencia que tuvo a su disposición al presunto pollero y se encargó del interrogatorio a la menor.
La investigación incluye a la policía preventiva y a la policía única estatal, que internaron a la menor en un albergue para niños migrantes en lugar de canalizarla al Instituto Nacional de Migración.
El caso dio un giro este miércoles cuando Jorge Muñoz Marga, cónsul adscrito a la embajada de Ecuador en México, envió a la Fiscalía de Chihuahua y a la PGR sendos oficios mediante los cuales identificó a la niña con un nombre distinto; señaló que tenía 12 años de edad y era hija de padres ecuatorianos.
El diplomático agregó que los padres de la menor, José Segundo Álvarez y Martha Violeta Quillay, originarios de la provincia de Cañar, Ecuador, la identificaron plenamente en fotografías.
Para el cónsul, el gobierno debe muchas explicaciones
sobre los procedimientos empleados en este caso, ya que se violaron los protocolos internacionales de protección a la infancia, lo que puso a la niña en una condición muy vulnerable.
Desde que la rescataron hasta el momento en que apareció muerta, ¿qué se hizo? ¿Tuvo tratamiento sicológico? ¿Estuvo sujeta a presiones de investigación que le llevaron al suicidio? Parece que podría haber negligencia y falta de seguridad jurídica hacia la niña
, advirtió el diplomático.
Para los padres será difícil reclamar el cadáver, dada su condición de indocumentados en Estados Unidos. Si Ecuador prueba que la niña era ciudadana de ese país, el cadáver será repatriado a la provincia donde viven sus familiares.
Hará el viaje de regreso sola, tan sola como murió.