El ex tenista Esteban Pajarito Reyes falleció ayer a los 100 años de edad, a causa de un paro respiratorio, mientras se encontraba en su domicilio ubicado en el Distrito Federal. Fue considerado la máxima leyenda del deporte blanco en el país, entre otros motivos por ser el primer mexicano en conseguir un punto ante Estados Unidos en Copa Davis, en 1935 ante Gene Mako.

No sufrió. Mi padre se fue en paz. Había tenido dos infecciones, en los riñones y en la garganta, además de una herida lacerada por el tiempo que estuvo en cama, informó su hijo Esteban Reyes.

Lo cremarán hoy. La familia todavía no sabe en qué iglesia depositarán la urna, ya que el ex tenista quería ser despedido con música de bolero, mariachi y trío.

El Pajarito quiso irse como vivió, con su inseparable raqueta favorita y unas pelotas que pidió pusieran en su ataúd. Hace unos meses todavía seguía jugando con ellas, contó su hija Rosa María, mientras su hermano Esteban destacó la cuna humilde de su papá y mencionó que los últimos años de su vida los vivió con mucha tristeza, al observar el tenis mexicano de la actualidad.

Le daba pena que el tenis haya perdido el espíritu de jugar con la camiseta. Él amaba este deporte y llegó a molestarse con los federativos porque él ofreció apoyar al tenis y nunca le hicieron caso. Le parecía muy lamentable que nos ganaran muchos países pequeños como República Dominicana y El Salvador.

Fabricaba sus propias raquetas

Para jugar al tenis no se necesita ser de sangre azul, era la filosofía del Pajarito, quien inició la práctica de este deporte –considerado elitista–, como recogepelotas y pintacanchas a los seis años de edad. Ante la carencia de recursos en su familia, también fabricó, de madera, sus propias raquetas.

Reyes fue medallista en los Juegos Centroamericanos y del Caribe El Salvador 1934, al conseguir la plata, e ingresó al Salón de la Fama el 8 de mayo de 1989.

En entrevista con La Jornada, realizada el año pasado, en el centenario de su nacimiento, su hija Rosa María Reyes narró a nuestra compañera Mariana Suárez que su padre se retiró en forma prematura del deporte de sus amores, a los 28 años de edad, cansado de las injusticias y la falta de apoyo a los jugadores.

Es un soñador, un luchador. Todo lo que ha deseado lo ha cumplido, dijo entonces Rosa María, aunque su padre murió con el deseo de que el tenis se practicara en parques públicos, algo que su familia espera cumplir.

El deporte, decía el Pajarito, sirve para formar niños más sanos, con mejores perspectivas de vida. El problema es que México no aprovechaba el potencial que tiene en cuanto a infraestructura.

El parque público tiene mucho futuro, pero no se explotan, los tienen abandonados, era la queja del tenista, quien lamentaba que se buscaran más las ganancias que apoyar a los niños, sobre todo a los más pobres.

Esteban Pajarito Reyes, durante una práctica, en una imagen de los años 30sFoto Jesús Villaseca

Originario de la ranchería El Tejocote, municipio de Contepec, Michoacán, Esteban Reyes González nació el 22 de julio de 1913. Fue hijo de Nicolás Reyes Chávez y Catalina González González, quienes con otros cuatro más viajaron a la capital mexicana en busca de mejoras económicas.

El gusto por el tenis en Esteban y sus hermanos Victoria, Teresa, Diego y Félix nació en el Club Tacubaya, en la ciudad de México, donde trabajaban de recogebolas. De Félix, el hermano mayor, heredó el apodo: le decían el Pájaro porque era muy chiflador.

Posteriormente, se dedicaron a laborar en el Junior Club del Distrito Federal, donde además comenzaron a practicar el deporte con raquetas de madera que realizaban ellos mismos.

Reyes participó por primera vez en un torneo de tenis cuando el concesionario del Club Chapultepec, Eduardo Mestre Ghigliazza, organizó un encuentro para los empleados, el cual fue ganado por Pajarito.

En 1932 ganó el Campeonato Nacional Juvenil, al vencer al favorito Ángel Roldán, y un año después participó en el round robin que organizó la entonces Asociación Mexicana de Tenis para seleccionar a los jugadores de Copa Davis que enfrentarían a EU.

En los Juegos Olímpicos Centroamericanos de San Salvador 1934 conquistó la medalla de plata, al ser vencido en la final por el cubano Ricardo Morales, y para 1935 se convirtió en el primer mexicano que le ganó un punto a Estados Unidos en Copa Davis, en cinco sets ante Gene Mako, logro por el cual sería recordado toda su vida.

Conquistó varios títulos

Además, fue integrante del equipo mexicano de Copa Davis por varios años y conquistó algunos títulos internacionales y nacionales, en singles y dobles, hasta su retiro en 1941.

Reyes contrajo matrimonio con Herlinda Delgado y procreó tres hijos: Esteban, Rosa María y Patricia, a quienes inculcó el amor por el tenis.

Esteban obtuvo grandes triunfos sobre el australiano Malcolm Anderson, el campeón inglés Billy Night y el monarca de Wimbledon, el español Manolo Santana.

Después de su retiro, el Pajarito fue entrenador de Copa Davis de 1942 a 1956 y también dirigió en Juegos Panamericanos.

Entre sus pupilos estuvieron Rafael Pelón Osuna, Gustavo y Antonio Palafox, Carmelita Christlieb, Mela Ramírez, Hilde Heyn, Marcelo Lara, Vicente Zarazúa, Joaquín Loyo Mayo, los hermanos Rolando y Armando Vega, Mario Llamas, Francisco Guerrero Arcocha, José María Zubirán y Alina Balbiers, entre otros.

Impartió clases hasta los 94 años de edad a políticos, artistas y embajadores, pero su hija Rosa María destacó que jamás olvidó su origen humilde.

Él es una prueba viviente, un maestro de tenis que pasó a ser un maravilloso entrenador de la vida, dijo la también conocida como Pajarita.