Londres, 18 marzo.

Qatar fue acusado nuevamente de haber pagado sobornos para obtener la organización del Mundial de futbol de 2022, según publica el diario británico The Telegraph.

El periódico asegura que tiene documentos que demuestran que el ex vicepresidente de la FIFA Jack Warner y sus dos hijos recibieron del emirato casi 2 millones de dólares, poco después de la votación sobre la sede del Mundial, en diciembre de 2010.

Los pagos, prosigue el cotidiano, fueron efectuados por la empresa Kemco, que pertenece al ex candidato a la presidencia de la FIFA Mohamed bin Hammam.

La firma habría transferido a Warner 1.2 millones de dólares (860 mil euros), mientras sus hijos Daryll y Daryan recibieron 432 mil y 316 mil dólares, respectivamente. El periódico también habla de un pago de 412 mil dólares a un empleado.

The Telegraph detalla que el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos trabaja en el asunto, ya que la transferencia se habría realizado a través de un banco en Nueva York, después de que una entidad de Islas Caimán rechazó ser intermediaria en el pago por motivos legales.

Warner declinó comentar la información, al igual que la FIFA, la cual advirtió que todo tipo de prueba deberá ser remitida a su comité de ética.

En tanto, un portavoz del comité organizador de Qatar 2022 negó el pago de sobornos u otros métodos ilegales en la concesión del Mundial.

Los organizadores desconocen cualquier acusación que involucre negocios entre individuos privados e insisten en que la candidatura de 2022 se atuvo estrictamente a las reglas de la FIFA, de acuerdo con su código ético.

Warner, ex presidente de la Concacaf, dimitió de sus puestos en el futbol en 2011, acusado de sobornar a dirigentes caribeños en nombre de Bin Hammam, cuando el qatarí se enfrentó a Joseph Blatter por la presidencia de la FIFA.