Escuchar un concierto o una ópera en vivo siempre es una grata experiencia. Pero presenciar la proyección de un filme con una orquesta que interpreta en vivo música es hablar de un nivel emocional muy alto. Es ver de manera diferente el cine, comenta a La Jornada el compositor canadiense Howard Shore, ganador en tres ocasiones del premio Oscar, y quien es la mente maestra detrás de la música original de la trilogía de El señor de los anillos, de Peter Jackson.

Shore (Toronto, 1946) es uno de los más respetados musicalizadores en el ámbito global del cine. Ha creado los score para más de 80 películas, además de haber recibido cuatro premios Grammy y tres Globos de Oro.

Comenzó a impregnar su inspiración sonora en el celuloide a finales de los años 70 de la mano de su paisano David Cronenberg, con quien ha colaborado en más de 14 filmes, entre ellos La mosca, Crash y los más recientes Promesas del este y Cosmópolis.

También es habitual colaborador del maestro Martin Scorsese, para quien ha sonorizado Pandillas de Nueva York, El aviador y La invención de Hugo Cabret, entre otras.

Sin duda, las que le dieron fama mundial fueron las composiciones para la mencionada trilogía, las cuales desde hace varios años se ha dedicado a presentar en conciertos alrededor del mundo con las mejores orquesta del orbe.

Más de 280 presentaciones han sido realizadas con la música de la historia de la novela fantástica épica de J. R. R. Tolkien.

Ahora, Shore trae a nuestro país esa estupenda narración sonora de la mano de la Orquesta de las Américas y sus 225 músicos, en esta ocasión bajo la batuta del director Justin Freer.

La presentación será el próximo 20 de marzo en el Auditorio Nacional, donde el público podrá, gracias a la música en vivo, transportarse a esas tierras mitológicas.

La comunidad del anillo, primera cinta de la saga, se proyectará en una gran pantalla de alta definición y se musicalizará a detalle en un espectáculo que se ha disfrutado en las mejores salas de conciertos del mundo, como el Royal Albert Hall y el Sydney Opera House.

Será intensa. Es fantástico escuchar a más de 200 músicos entonar esa historia. Estoy muy emocionado por presentarla en México, asegura Shore, quien dice que hoy día es esencial capturar el alma de una película por medio de la música.

Comenta que “el trabajo en el score es más difícil de lo que se piensa: tienes que capturar cada uno de los detalles del filme, En ocasiones no queda ahí, porque a veces se trata de una historia que proviene de un texto literario que, a su vez se transforma en texto cinematográfico, el cual tiene que mostrar a detalle una narración sonora”.

Por ello, asegura, ahora es importante y “casi esencial incluir el arte de la música en el cine. Un score se hace con lo que tú como compositor sientes respecto a esa historia. Son procesos de creación que se van alimentando y se reflejan en la pantalla”.

¿El score está condicionado por la historia?, se le cuestiona.

Dice que en su caso no es así. Por ejemplo, “en El señor de los anillos trabajé muy de cerca con los guionistas y con Peter Jackson. Cuando todos tienen muy claro lo que quieren expresar, desde al autor del libro hasta el director y los escritores, todo se facilita y hace que todo, incluida la música, fluya bien.”

—¿Escoge los proyectos luego de ver un guión o hasta que ve el corte final?

—Para mí lo principal es saber con quién voy a colaborar, qué quiere este autor para su historia, pero, sobre todo, descubrir lo que me inspirará para crear la música, nada más.

Aunque también ha compuesto obras de concierto, incluyendo la ópera La mosca (basada en la trama de la cinta de Cronenberg, que se estrenó en París), lo que lo destaca en su trabajo es la labor para grandes realizadores, los cuales me llaman. Quizá alguien les dice que puedo hacer bien las cosas, argumenta en tono de broma, quien fue entre 1975 y 1980 director musical del exitoso programa televisivo Saturday Night Live.

Para Howard Shore, quien ha estado al frente de orquestas como la Chicago Symphony, London Philharmonic y la Sinfónica de Sydney, entre varias, el trabajo del musicalizador es lograr un buen equilibrio con la cinematografía, con el diseño de producción, con la dirección, con los actores... con todos los detalles de la película.

El también saxofonista egresado del Berklee College de Boston ha recibido muchos premios. Pero para él sólo representan satisfacciones. Los premios aparecen y es maravilloso, lindo, pero uno no va en busca de ellos, sólo trata de contribuir para hacer buenas películas. Lo mejor y más fantástico es el reconocimiento de la gente.

Decidió componer su primera pieza musical para cine para una película de David Cronenberg a finales de los años 70 y no ha dejado de trabajar con su coterráneo.

Reitera que la diferencia de componer scores y música para concierto está en el detalle. Trabajar para la música de cine es acercarte a un nivel emocional muy alto. Tienes que captar la intención del tema de la película. Cuando lo haces para un concierto hay un espacio libertario para tu imaginación. Ver una cinta musicalizada en vivo es una experiencia de un nivel emocional muy alto. Es ver el cine de manera diferente.

Los boletos para esta experiencia, cuya cita es el jueves 20 de marzo a las 20:30 horas, ya están a la venta a través del 5325-9000, así como en la taquilla.