Sin transparencia se debilitará la expectativa sobre las reformas
Lunes 17 de marzo de 2014, p. 23
El Centro de Estudios del Sector Privado (Ceesp) emplazó al presidente Enrique Peña Nieto a abanderar una campaña contra la corrupción, para que sea eficaz. Consideró que para que las reformas económicas y sus leyes secundarias tengan éxito, se requiere apoyarlas con políticas que apunten hacia una mayor transparencia y rendición de cuentas, así como fortalecer la certeza jurídica y el sistema judicial para acabar con la impunidad y erradicar la corrupción. De lo contrario, advirtió, la expectativa sobre las reformas podría debilitarse
.
Para que una verdadera política anticorrupción tenga éxito, no sólo deber ser un tema mediático. Son necesarias acciones claras y reales que demuestren un verdadero combate a la corrupción y a la impunidad, pero sobre todo requiere una actitud de compromiso y liderazgo del titular del Ejecutivo
, destacó el organismo en su análisis semanal.
Acusó que México presenta niveles más altos de corrupción que otros países y lo atribuyó a la impunidad y la poca efectividad de las instituciones del Estado para combatirla, así como a otros problemas como la desviación de fondos públicos, ausencia del estado de derecho, crimen organizado y deficiente regulación gubernamental.
Así que consideró indispensable sancionar a quienes cometen actos de corrupción, sin importar el nivel que ocupen en el gobierno. Además propuso crear un programa de incentivos para personas y empresas que denuncien actos de corrupción, con el propósito de reducir el temor de ser castigados si lo hacen, como muchas veces sucede en México
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El Ceesp recordó que cálculos del Banco Mundial indican que la corrupción en México representa cerca de 9 por ciento del producto interno bruto (PIB), aunque otras instituciones como la Asociación Mexicana de Estudios para la Defensa del Consumidor (AMEDEC) estiman que llega a 20 por ciento o 120 mil millones de dólares por año.
Cualquiera que sea la cifra, puntualizó, es indudable que la corrupción es una limitante para el crecimiento económico del país, ya que inhibe la inversión y competitividad.