La confirmación de la muerte de Nazario Moreno, El Chayo, identificado como líder de la agrupación criminal Los caballeros templarios, provino del gobierno de Estados Unidos, aseguraron ayer fuentes gubernamentales mexicanas.

El pasado domingo, las autoridades de ambos países intercambiaron información y después de las 17 horas el gobierno de Enrique Peña Nieto recibió la confirmación de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) de que, efectivamente, el cadáver de un hombre que falleció durante un enfrentamiento con efectivos militares mexicanos en Michoacán corresponda a El Chayo.

La DEA ratificó que las huellas dactilares del hombre abatido corresponden con las del banco de datos penitenciarios del estado de Texas, donde estuvo preso Nazario Moreno.

Recibimos informes de la DEA el mismo domingo respecto de que son plenamente coincidentes las huellas dactilares del hombre (abatido el domingo en Michoacán) con las que guardaban las autoridades de Estados Unidos en un banco de huellas dactilares, que le fueron tomadas años atrás a Nazario Moreno cuando estuvo preso en Texas, dijo a La Jornada un funcionario del gobierno federal.

El Chayo fue detenido en 1994 en McAllen, Texas, acusado de introducir mariguana al país del norte cuando trabajaba para el narcotraficante Carlos Rosales Mendoza, El Tísico, preso desde 2004.

El líder de Los caballeros templarios enfrentaba una orden de captura librada por un juez estadunidense, debido a que la corte federal del distrito sur de Texas lo requería para juzgarlo por presunta introducción de 5 toneladas de mariguana entre 2002 y 2003.

Las autoridades mexicanas dieron a conocer el pasado domingo que Nazario Moreno murió cuando fuerzas federales pretendían detenerlo, y recordaron que el gobierno del ex presidente Felipe Calderón lo había dado por muerto, erróneamente, a finales de 2010.