Aglomeraciones, desconocimiento, empujones y retrasos se registraron en el primer día de cierre de 11 estaciones de la Línea 12 del Metro, ya que los 300 autobuses de la Red de Transporte de Pasajeros resultaron insuficientes para trasladar miles de usuarios de las estaciones Tláhuac a Atlalilco.

Desde temprana hora, largas filas se observaron en dichas terminales para subir a las unidades, las cuales eran desbordadas por los usuarios que buscaban incluso entrar por la parte trasera para ganar lugar. Por las agloremaciones, los tiempos de los recorridos se cuadruplicaron en las horas pico.

La presencia de elementos de Seguridad Pública para agilizar el tránsito en los cruceros y retirar los vehículos estacionados en los carriles de extrema derecha fue insuficiente, ante el gran número de unidades que circulan por la zona y la reducción de carriles de avenida Tláhuac.

La imposibilidad de abordar los autobuses de RTP, que ofrecieron de manera gratuita los recorridos de Tláhuac a Atlalilco y Constitución de 1917, y del Cetram Periférico Oriente a Taxqueña, provocó que la gente se fuera colgada en microbuses de las rutas 94, 21, 44, 12 y 56.

Lo taxis aprovecharon para dar servicio de colectivo o pactar un precio con el usuario, mientras los mototaxis duplicaron su tarifa a 20 pesos por persona. Muchos pasajeros aceptaron, ante el riesgo de que me regresen de trabajar. Me saldría más caro, comentó José Hernández.

El tiempo de recorrido en dicho tramo fue en promedio de 2 horas, cuando en el Metro se efectúa en 30 minutos, debido al tránsito registrado en la zona, lo cual derivó en empujones y gritos en las estaciones intermedias para subirse a las unidades, las cuales iban al tope de su capacidad.

Un total de 750 trabajadores de la Secretaría de Desarrollo Social, que trabajará en tres turnos, así como personal de Protección Civil, Metro y RTP orientaba a los usuarios sobre dónde abordar los camiones, ya que muchos de ellos desconocían que más de la mitad de la línea dorada no funciona.

“No puede ser que la línea haya durado tan poquito y ahora otra vez andemos del camión al Metro y luego a la combi pa’ llegar al trabajo”, comentaron Lucrecia Cipriano y María Vázquez, trabajadoras domésticas.

A David Mendoza y José Rosas les implicó salir más temprano. Las fallas debieron preverlas y ahora cierran cuando nos acaban de subir el pasaje a 5 pesos; ahora gastaremos entre 25 y 30 para ir y venir, consideraron a su vez José Torres y María López.