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México SA

Inversión: sigue el descenso

Empleo, salario y bienestar

¿Dónde están los padrinos?

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in inversión no se genera empleo y sin éste no hay salario ni posibilidad de mejorar el nivel de bienestar de la mayoría (en el supuesto de que el salario fuera medianamente remunerador). ¿Y qué pasó en el país durante 2013? Pues que la inversión fija bruta registró una caída de 1.8 por ciento con respecto al año previo, aunque en el sector de la construcción (una de las grandes generadoras de plazas laborales) de plano se desplomó 5 por ciento, de tal suerte que el México que todos queremos se mantiene en lista de espera.

El Inegi divulgó ayer el indicador de la inversión fija bruta en el país, el cual confirma que la mejor perspectiva económica vaticinada y presumida por los voceros oficiales y oficiosos lejos está de ser una realidad, como tantas otras cosas. Así, el sector de la construcción acumula dos años a la baja, con el agravante de que la caída de 2013 resultó casi 40 por ciento superior a la reportada en 2012, mientras la inversión en maquinaria y equipo si bien creció (4.1 por ciento) lo hizo a un ritmo 46 por ciento inferior al de 2012 (8.9 por ciento).

Y en esto de impulsar, o cuando menos facilitar, el crecimiento económico y la generación de empleo, la banca se mantiene muy alejada de la responsabilidad que le corresponde. De acuerdo con el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, en el primer mes de 2014 la cartera crediticia bancaria total (tanto del sector privado como del Estado) resultó 0.33 por ciento inferior a la del mes previo, de tal suerte que mantiene su tendencia a la desaceleración.

El CEFP detalla que en dicho periodo el crédito al sector privado avanzó 4.79 por ciento; el canalizado al sector agropecuario se redujo 0.03 por ciento; al sector industrial se incrementó 1.14 por ciento (su menor crecimiento desde junio de 2010); sus componentes de manufacturas y construcción lo hicieron en 8.53 y -5.08 por ciento, respectivamente (este último presentó su mayor contracción desde septiembre de 2004).

Cómo estará el horno, que hasta el crédito al consumo (el filón de oro de la banca privada y uno de sus pilares en materia de utilidades) mantiene también una tendencia a la baja, al avanzar a una tasa real anual de 5.5 por ciento (los dos meses anteriores había crecido 8.07 y 6.73, y hace un año su tasa era de 15.73).

Por lo que toca a la banca de desarrollo (propiedad del Estado), la cartera total de crédito se redujo 1.38 por ciento con respecto al cierre de diciembre de 2013, aunque el crédito al sector privado creció 22.86 por ciento y su componente industrial 13.20 por ciento (la cartera de los subsectores de manufacturas y de construcción se expandieron 15.67 y 12.43 por ciento, respectivamente). La que se llevó la palma fue la cartera del sector agropecuario, que registró un incremento real anual de 198.04 por ciento (aunque parte de una baja base de comparación).

Sobre el debilitado sector de la construcción, el CEFP revela que en diciembre pasado el valor de la producción de la industria de la construcción se redujo 0.27 por ciento, el personal ocupado 0.67, los salarios medios reales pagados 0.16, y las horas trabajadas 0.52 por ciento.

Comparado con diciembre del año anterior, el valor de la producción acumuló su séptima caída, al reportar -2.5 por ciento. La edificación y los trabajos especializados para la construcción descendieron 5.7 y 3.4, respectivamente; mientras la construcción de obras de ingeniería civil apenas creció 0.5 por ciento. En ese mes, la participación de la obra contratada por el sector público representó 52.5 por ciento del valor total de la producción y la correspondiente al sector privado fue de 47.5 por ciento.

La industria de la construcción, pues, en la lona, aunque debajo de ella se encuentran los salarios. El CEFP señala que las cifras del IMSS revelan que en enero de 2014 el salario básico de cotización promedio se ubicó en 8 mil 470 pesos al mes (nominales), para un crecimiento aparente anual de 3.85 por ciento o 314 pesos, mayor en 0.19 puntos porcentuales con relación al crecimiento del mes anterior, que alcanzó un incremento de 3.66 por ciento en diciembre de 2013.

Sin embargo, en el mismo periodo la inflación fue de 4.48 por ciento por lo que, en términos reales, el citado salario cayó 0.6 por ciento, sumando la segunda contracción consecutiva. Por sectores de actividad económica, los de la construcción y de transporte y comunicaciones siguieron presentando, desde noviembre del año anterior, las mayores reducciones anuales, al caer 2.18 y 1.68 por ciento real, respectivamente. Los de mayores incrementos anuales para enero fueron industria eléctrica y suministro de agua potable, que ocupó esta posición durante todo 2013, y servicios para empresas y personas, que mostraron un crecimiento anual de 0.88 y 0.35 por ciento real, en ese orden.

El citado centro de estudios detalla que en 2013, en promedio se registró un incremento nominal de dicho salario de 3.89 por ciento. No obstante, en ese mismo año la inflación promedio fue 3.81 por ciento, con lo que el crecimiento real promedio fue de un fabuloso 0.08 por ciento, aunque en enero de 2014 el registro se convirtió en negativo. Además, los salarios del sector formal siguen sin recuperar su nivel previo a la crisis. Comparado, en términos reales, con la cifra más elevada, en enero de 2008 el salario básico acumula una pérdida de 1.08 por ciento. Esto se traduce, a precios de diciembre de 2010, en una reducción salarial real equivalente a 82.02 pesos. En términos reales los salarios se mantienen deprimidos producto de los raquíticos aumentos y del crecimiento generalizado de precios.

Las rebanadas del pastel

Comienzan a brotar los nombres de los involucrados en el caso de Oceanografía, pero la mayoría no corresponde a piezas mayores. Por allí aparece Mario Alberto Ávila Lizárraga (ex candidato panista al gobierno de Campeche o, lo que es lo mismo, con la venia de los Mouriño, y delegado de la Sedesol en esa entidad durante el gobierno de Martita y Vicente), a quien atornillan como el operador de la empresa privada dentro de Pemex. También Martín Díaz Álvarez, sobrino del ex secretario foxista de Hacienda, Francisco Gil Díaz y cuñado del ex secretario calderonista Dionisio Pérez Jácome Friscione, y algunos más. Entonces, más práctico sería que, sin olvidar a los operadores, se fueran directo sobre los padrinos.

Twitter: @cafe-vega