Estambul. La muerte de un adolescente de 15 años, herido a mediados de 2013 en las protestas contra el gobierno en Turquía, generó ayer nuevos choques entre activistas y la policía. Berkin Elvan estuvo nueve meses en coma tras ser alcanzado en la cabeza por un disparo de una granada de gas lacrimógeno en junio pasado cuando, según su familia, iba a comprar pan. En Ankara también hubo protestas por el fallecimiento del joven, en las que las autoridades lanzaron gas lacrimógeno contra los manifestantes. Los enfrentamientos surgieron cerca del parque Gezi, en Estambul, y luego se ampliaron a otras regiones del país. En un principio eran contra los planes del gobierno de demoler el parque, pero la represión policial hizo que se convirtieran en una protesta contra el estilo autoritario del gobierno del primer ministro, el conservador Recep Tayyip Erdogan.