El entrenador cubano Pedro Gato, quien condujo a María del Rosario Espinoza a dos podios olímpicos, manifestó su respeto hacia la taekwondoísta, aunque se siente herido en su dignidad por la decisión que tomó la atleta, en conjunto con la federación del ramo, de hacerlo a un lado de la preparación sin existir razones técnicas, pues los resultados se han mantenido a la altura de las exigencias internacionales.

Gato, contratado por el programa CIMA (fideicomiso Compromiso Integral de México con sus Atletas), presentó su renuncia a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, al tiempo que ofreció sus servicios como metodólogo a la dependencia.

Es una decisión que María toma sin consentimiento mío, sin tener en cuenta mi opinión, junto con el presidente de la Federación (Mexicana de Taekwondo). Cuando ella me avisa, yo decidí no aceptarla por dos razones: una, es la parte técnica, y la otra, para mí la más importante, que es el respeto a mi persona, a mi dignidad y a mí trabajo, señaló Gato en conferencia de prensa.

Espinoza, oro en Pekín 2008 y bronce en Londres 2012, confirmó la separación con el entrenador antes de viajar ayer a Holanda, donde este fin de semana participará en un torneo Abierto.

La atleta, quien en 2011 se enfrentó con las autoridades para defender su entrenamiento particular con Gato, la continuidad del técnico cubano y la contratación de un equipo multidisciplinario concentrado en ella, separada de la selección nacional, entonces dirigida por José Luis Onofre, ahora pugnó, apoyada por su federación, para retornar al equipo, con el el argumento de que las tareas administrativas la distraían de sus objetivos encaminados a los Juegos Olímpicos de Río 2016.

Eran muchas situaciones administrativas las que teníamos que hacer nosotros, las cuales se nos hacían muy difíciles, comentó María del Rosario vía telefónica, y afirmó que no influyó ningún problema con el técnico, ni deportivo ni personal.

Fui muy clara con él, no es que tomé la decisión y lo dejé a un lado. Fue lo mejor para los dos, anotó.

La determinación, manifestó Gato me tomó por sorpresa y la respeto. Fue fiel a nuestro proyecto, trabajamos de manera mancomunada y tuvimos resultados muy satisfactorios para México, para ella y para mí.

Admitió que tal vez influyó la parte personal y que María se habría dejado llevar por compañeras que la hicieron retornar a la selección, pues ya no entrenaba motivada.