La escritora recibe el premio Excelencia en la Letras José Emilio Pacheco, en Mérida
El libro impreso no morirá a pesar de las nuevas tecnologías, dice la colaboradora de La Jornada
Miércoles 12 de marzo de 2014, p. 6
Mérida, Yuc., 11 de marzo.
La escritora Elena Poniatowska aseguró que si los periodistas no se indignan por los sucesos que acontecen en México, no merecen escribir ni relatar los hechos cotidianos
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En rueda de prensa efectuada hoy en la Casa de la Cultura que lleva su nombre en esta capital, propiedad de su hija Paula Haro Poniatowska, la colaboradora de La Jornada dijo: El periodismo no puede caer en la conformidad, sino que debe ver los hechos, cómo son y retratarlos para que la sociedad esté enterada
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La mujer enfrenta mejor la vida
Elena Poniatowska, quien este miércoles recibirá el premio Excelencia en las Letras José Emilio Pacheco –dotado con 100 mil pesos– dentro de la tercera edición de la Feria Internacional de Lectura Yucatán (Filey), también se refirió a la circunstancia actual de la mujer en el país.
Una mujer se tiene que esforzar al doble, al triple que un hombre, pero siempre será mejor porque, en proporción, estará mejor preparada para enfrentar los retos diarios de la vida
, destacó la autora de Tinísima y Hasta no verte Jesús mio.
Acompañada de la escritora y académica yucateca Sara Poot Herrera y del promotor de la Filey, Rafael Morcillo López, la galardonada habló de José Emilio Pacheco (1939-2014) al cual conoció muy joven.
“José Emilio vestía, de joven, de negro y con una camisa blanca; en una ocasión, al descender de un taxi, el chafirete no le pidió dinero, sino su bendición. Lo había confundido con un sacerdote”, recordó.
En cambio, Carlos Monsiváis era un verdadero diablo
, dijo Poniatowska con picardía.
Respecto de los recientes acontecimientos en México relacionados con el crimen organizado, indicó que no está muy enterada, pero con seguridad darían para escribir una novela
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De la la lectura en Internet y redes sociales, Elena Poniatowska precisó que no duda de que un iPad sea valioso, pero tampoco remplazará al libro que es un objeto bello. El libro no morirá a pesar de los avances tecnológicos
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