El grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN) en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) formalizó ayer su petición de que comparezcan ante los diputados locales el contralor general del DF, Hiram Almeida; el consejero jurídico, José Ramón Amieva, y el director del Sistema de Transporte Colectivo Metro, Joel Ortega, así como el director del Proyecto Metro, Enrique Horcasitas, para que expliquen lo relacionado con la suspensión del servicio en la Línea 12.

En entrevista, Laura Ballesteros, vicecoordinadora de esa bancada e integrante de la Comisión de Movilidad, Transporte y Vialidad de la ALDF, comentó que lo anunciado por Ortega es una crónica de una muerte anunciada, pues su fracción ya venía alertando sobre los riesgos de las 13 mil fallas que en una comparecencia anterior citó Horcasitas, a lo cual nunca se dio seguimiento.

Resaltó que la petición de que comparezcan los cuatro servidores públicos se la entregó a la presidenta de la comisión de Movilidad, Claudia Cortés, para que la envíe al Gobierno del DF y se les notifique a esos funcionarios públicos y acudan al recinto de Donceles y Allende en los próximos días.

Los durmientes, también deterioradosFoto Alfredo Domínguez

Quizá no hubo apertura

Por su parte, el diputado local del PRI Fernando Espino, dirigente del Sindicato de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo Metro, señaló que el consorcio que llevó a cabo la Línea 12 del Metro podría ser el responsable directo de las fallas, porque quizá no adoptó las prevenciones necesarias y tampoco la apertura para permitir que los técnicos e ingenieros del STC, que llevan años trabajando en el mismo, supervisaran, sin cobrar, la línea y sus instalaciones.

Entrevistado tras asistir al primer informe de la diputada priísta Alejandra Barrios, dijo que un año después de que empezó operaciones la Línea 12 presenta fallas que ponen en peligro la vida de usuarios y trabajadores. Hay problemas de desgaste de las ruedas de los trenes. Fundamentalmente, el trazo de la línea. Hay curvas muy prolongadas. Al pasar los trenes por ahí hacen mucho esfuerzo y truenan durmientes y vías, de ahí que tuvimos que reducir la velocidad de los mismos, con la finalidad de no tener un incidente de graves consecuencias.