Además de salarios atrasados, piden recursos para mantenimiento
Martes 11 de marzo de 2014, p. 10
Campeche, Camp., 10 de marzo.
Decenas de trabajadores de Oceanografía mantienen un plantón frente a las instalaciones de esa empresa en el puerto industrial y pesquero Isla del Carmen, en espera de que personal del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) libere más de 98 millones de pesos en las próximas horas, para cubrir sueldos y prestaciones atrasados.
Los manifestantes advirtieron que su protesta podría tomar otro rumbo a partir de este martes, si los interventores de la Secretaría de Hacienda no adoptan el control total de la compañía y regularizan los servicios que prestan a Petróleos Mexicanos (Pemex) en las plataformas petroleras de la sonda de Campeche, pues la falta de pago, de recursos para avituallamiento y para combustible, ha ocasionado que cientos de trabajadores abandonen los barcos y regresen a tierra firme para sumarse a las manifestaciones de protesta.
Uno de los representantes de los obreros, Radamés Argente Piñas, aseguró que al menos 3 mil 500 obreros han firmado un documento en que se comprometen a regresar a laborar si los interventores del SAE les pagan sus sueldos atrasados este martes. En caso contrario, podrían bloquear por completo los accesos a este puerto industrial y pesquero, y desquiciar los servicios que prestan al menos 40 compañías petroleras a la paraestatal.
Por los 3 mil 500 empleados que entraron en negociaciones con representantes del SAE se tendrán que pagar alrededor de 98 millones de pesos este martes, pero en total Oceanografía cuenta con más de 8 mil trabajadores, y el monto a desembolsar tan sólo por salarios rebasa los 240 millones de pesos. También hay facturas atrasadas con proveedores y prestadores de servicios diversos (hoteles, restaurantes, lavanderías, entre otros), por lo que el monto se eleva mucho más, agregó Argente Piñas.
Por la falta de pago de sus salarios, muchos de los obreros que se encuentran en plantón desde hace más de una semana han tenido que pedir monedas a los transeúntes y propietarios de vehículos que ingresan al puerto industrial, para adquirir agua y comida.