La prevención y atención médica de la insuficiencia renal crónica debería estar incluida en los servicios de salud del país; el Seguro Popular tiene que realizar, por lo menos, los trasplantes en niños menores de 18 años desde 2012; la realidad es que no lo efectúa y los afiliados a ese esquema tampoco reciben lo que requieren, señaló Leopoldo Garvey, director de la Fundación Mexicana del Riñón (FMR).

Resaltó que en México no existe la atención integral del paciente con daño renal, a pesar de que se puede prevenir y, en su caso, ofrecer los cuidados paliativos que ayuden a los afectados a mejorar su calidad de vida. Por esas carencias se calcula que alrededor de 10 millones de personas viven con algún grado de afectación en la función de sus riñones.

Se conoce a cerca de 150 mil pacientes que han sido diagnosticados y requieren una terapia sustitutiva (diálisis peritoneal o hemodiálisis), aunque sólo la mitad tiene acceso a ella, principalmente los derechohabientes de la seguridad social, en específico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde se atiende a la mayoría.

Janette Estefan, ex presidenta del Consejo Mexicano de Nefrología, detalló previsiones según las cuales 65 por ciento de los 10 millones de afectados requerirán un tratamiento sustitutivo en la siguiente década.

La cifra se explica por la alta prevalencia de padecimientos que favorecen el desarrollo de la falla renal: diabetes, padecida por 14.4 por ciento de los mexicanos; hipertensión arterial, presente en 30 por ciento de la población (la mitad lo desconoce) y el sobrepeso y la obesidad, las cuales afectan a 70 por ciento de los adultos.

Estos males son la causa de la mayor parte de los casos de insuficiencia renal crónica (IRC), una enfermedad irreversible y de muy alto costo económico y social. La especialista comentó que el diagnóstico se da cuando el daño en el funcionamiento de los riñones dura más de tres meses.

El mayor problema es que es un padecimiento silencioso. Los síntomas no son evidentes hasta que ya se encuentra en etapas avanzadas.

En conferencia con motivo del Día Mundial del Riñón (13 de marzo), la especialista comentó que esta es una cuestión grave de salud, que se agudiza con el envejecimiento de la población, que se duplica cada 10 años, y además favorece el desarrollo de otras afecciones, como las cardiovasculares.

Garvey subrayó que el sistema nacional de salud debería atender a todos los enfermos, en lugar de mandarlos a su casa sin ningún apoyo a aguantar mientras se mueren.

La FMR realiza actividades de prevención, diagnóstico y atención médica, incluido el apoyo a algunos pacientes para que reciban un trasplante de riñón. En la organización está claro que el Seguro Popular no funciona como quisiéramos; no cubre las necesidades ni siquiera de lo que tiene comprometido: los trasplantes renales para niños menores de 18 años de edad. Los pacientes que apoya la FMR, antes fueron al Seguro Popular, aseguró.

Algunas medidas de prevención del daño renal en adultos, principalmente, es mantenerse activos, vigilar los niveles de azúcar en sangre, la presión sanguínea, evitar el sobrepeso y obesidad, así como tener una ingesta sana de líquidos.