Realizan funciones en Argentina
Jueves 6 de marzo de 2014, p. 7
La novela El rastro, de Margo Glantz, fue adaptada a una versión teatral en Argentina.
En una suerte de monólogo, Nora ha regresado a su pueblo tras larga ausencia, al velorio de su ex marido. En la adaptación y actuación de Analía Couceyro, dirigida por Alejandro Tantanian, el bolero, piezas de Bach y el tango son parte del texto.
“El rastro es, primero, una novela de la gran Margo Glantz. Luego fue una obsesión de Analía y, como el teatro es viral, supo inocular esa obsesión en mí. Juntos dimos forma a este melodrama crepuscular”, describió Tantain sobre el montaje que se presenta los viernes desde el pasado 14 de febrero en el Museo del Libro y de la Lengua, de la Biblioteca Nacional, Buenos Aires.
Un melodrama escénico para una sola voz, descripción gozosa de los efectos de la música sobre el alma y el cuerpo, es una indagación sobre aquello que llamamos corazón, es una despedida, un réquiem para una sola voz, un bolero desesperado, un tango
, señaló el director escénico.
Analía Couceyro, quien interpreta a Nora, también realizó la adaptación al teatro de la novela de la colaboradora de La Jornada publicada en 2002 y finalista del Premio Herralde de Novela.
Para la temporada en Buenos Aires, que terminará el 21 de marzo, la actriz escribió que el corazón, las lecturas poéticas y los mecanismos fisiológicos que condicionan se han activado en Nora tras la muerte de Juan, su ex esposo, de un infarto. “El cuerpo y su deterioro, es espacio deshabitado, los recuerdos son algunos temas que aparecen, se fusionan y regresan reversionados, como las variaciones Goldberg de Bach.
Sí se va descubriendo el rastro que deja lo vivido en el cuerpo ya muerto, en el cuerpo en general, y en el órgano del corazón en particular, y el rastro que ese muerto, Juan, ha dejado en quien lo vela, Nora García, en medio de otras voces que lo recuerdan y que no atinan, pobre Nora, a advertir que es a ella a quien debe darse el pésame
.